24 de mayo de 2019

Puedes matar a tu mascota






Emma era una perra sana que fue acogida en una perrera de Virginia el día 8 de marzo. Su dueña humana había fallecido y al parecer no había nadie más que pudiera ocuparse de ella. Aunque el refugio podría haber intentado encontrar un nuevo hogar para Emma, se limitaron a mantenerla porque quien la llevó al refugio no tenía la autoridad legal para traspasar su custodia al refugio.

Entretanto, Emma estuvo en el refugio hasta el día 22, cuando el albacea de la dueña de Emma fue al refugio y comunicó que la fallecida había declarado en su testamento que deseaba que Emma fuera matada y cremada y sus cenizas reposaran en la tumba de su dueña.

Y así se hizo. Mataron a Emma. Observen que no he dicho que la "eutanasiaran". La eutanasia sucede cuando la muerte beneficia a quien es matado. Por ejemplo, si un animal padece un cáncer y ya no puede gozar de ninguna calidad de vida, matar al animal puede ser descrito como eutanasia. Pero Emma estaba sana. No tenía interés en morir. No fue eutanasiada sino asesinada. La mataron simplemente porque su dueña deseaba que sus cenizas reposaran en su tumba.

Mucha gente encuentra este suceso indignante. Emma era una perra sana. ¿Cómo puede ser justificable que la mataran?

La respuesta es simple: Emma era la propiedad de un ser humano. La mujer fallecida era la dueña de Emma.

Muchos pensamos que los animales importan moralmente. Esto es, rechazamos la idea de que los animales son cosas que no poseen valor moral.

Pero la realidad es que, a pesar de lo que pensemos, los animales son considerados como cosas por el ordenamiento legal. Esto es, los animales no tienen reconocido un valor intrínseco o valor inherente. Al igual que cualquier otra propiedad, los animales sólo tienen un valor económico o extrínseco. Carecen de valor excepto el valor que nosotros, sus dueños humanos, acordamos otorgarles.

Como propietarios, tenemos el derecho de otorgar un valor alto a nuestras mascotas y tratarlas con amor y cuidarlas como miembros de nuestra familia, así como también tenemos el derecho a otorgarles un valor muy bajo y usar a nuestros perros como si fueran alarmas móviles y a nuestros gatos como trampas para ratones. En tanto que les proveamos con un mínimo de agua, comida, y cobijo, podemos tratar a los animales como nos apetezca. No podemos legalmente infligir daño físico sobre los animales sin un motivo justificado pero podemos infligir daño físico incidental al propósito de utilizarlos. Por ejemplo, el castigo físico puede ser usado para entrenar a un perro para ser un guardián. Un propietario de un animal puede aplicar castigo físico a un perro que se abalance sobre un visitante. Los propietarios puede elegir darle un valor cero a una mascota y llevar a su perro, o gato a un veterinario para que lo mate, o llevarlo a un refugio donde matarán al animal si no le encuentran un hogar de acogida.

No nos confundamos sobre esto: a muchos perros, gatos, y otros animales utilizados como mascotas, no les otorgan un valor muy alto por parte de sus dueños. Llevan vidas terribles y a menudo horribles muertes. La idea de que la mayoría de mascotas gozan de amorosos hogares durante toda su vida es muy errónea.

El estatus de propiedad de los animales tiene tanto peso que un dueño humano puede determinar que su mascota sea matada incluso después de que el dueño haya fallecido y a pesar de que podrían haberle encontrado otro hogar. Resulta irónico que la dueña de Emma tuviera probablemente un fuerte vínculo con Emma. Quería que ambas fueran enterradas juntas. Como Emma era una propiedad, su vida estaba determinada enteramente por su dueña. Por eso su dueña tenía derecho a matarla.

Cada año, millones de personas abandonan animales sanos en los refugios. Traspasan la propiedad a los refugios. Y cada año, millones de esos animales son matados en los refugios al no encontrarles nuevos hogares.

Mi pareja y yo vivimos con varios perros que rescatamos de refugios en los que habrían sido matados si no hubieran encontrado un hogar que los acogiera. Tenemos un perro que es ciego y sordo. Él es el resultado de un criador que cruzó a dos perros shelties grises para intentar producir un sheltie blanco. El problema es que uno de cada cuatro shelties nacen ciegos o sordos o ambos. Pero es perfectamente legal criar animales sabiendo que van a padecer estas discapacidades. Después de todo, sólo son propiedades.

Pero no sólo nuestras mascotas están sometidas al estatus de propiedad. Prácticamente todos los animales con los que interactuamos son propiedad de alguien. Los 70.000 millones de animales que comemos cada año son propiedad de los ganaderos que los crían y los matan. Estos animales son vendidos a los mataderos que luego venden sus cadáveres a los supermercados.

Si quieren saber por qué los animales utilizados para comida son tratados tan mal, la respuesta es siempre la misma: ellos son propiedad. Cuesta dinero proteger sus intereses. Por lo general, los ganaderos sólo protegen los intereses de los animales hasta el punto en que sea económicamente eficiente hacerlo. Proveer una mayor protección supone un gasto que supera el coste de producir a estos animales. Alguien tiene que pagar el sobrecoste. Algunas granjas supuestamente venden productos animales con "bienestar animal" pero la realidad es que los productos animales obtenidos de la forma más "humanitaria" implican un tipo de trato que si fuera aplicado sobre seres humanos sería considerado tortura. Es una simple cuestión de economía.

Sospecho que oíremos oportunistamente a los grupos bienestaristas clamando por leyes  —siempre aprovechando la oportunidad para conseguir dinero— que prohíban que se mate a las mascotas para enterrarlas con sus dueños. Estos grupos tienen un verdadero talento para organizar campañas recaudatorias que en nada sirven para cambiar el estatus de los animales como propiedad. Incluso si una ley de ese tipo fuera aprobada, nada cambiaría realmente. Los propietarios humanos podrían seguir matando a sus propiedades o abandonándolas en refugios.

Si vamos a tener consideración moral por los animales, deberíamos dejar de tratarlos como cosas. Mientras los animales sigan siendo propiedades no podrán ser nada más que cosas. Pero si reconocemos que los animales tienen un derecho a no ser propiedad, entonces debemos rechazar la explotación animal. No podemos justificar el hecho de usar a los animales para servirnos de comida, vestimenta o cualquier otra finalidad; especialmente en situaciones en las que no existe una plausible situación de necesidad. No necesitamos consumir animales para estar sanos. Así está demostrado. Pero además debemos rechazar la institución de las mascotas. Si los animales son propiedad entonces siempre estarán en riesgo de ser matados y de que en general sus intereses sean desconsiderados o ignorados.

Incluso aquellos a los que amamos terminan siendo matados y depositados en nuestras tumbas.

20 de febrero de 2019

Karl Lagerfeld tenía razón: si no eres vegano, ¿por qué protestas contra las pieles?


Traducido del blog personal de Gary Francione


Soy un defensor de los derechos de los animales. Soy vegano desde hace 36 años. No como, ni visto, ni utilizo animales en ningún otro modo. Karl Lagerfeld, fallecido el 19 de febrero de 2019, fue, quizás, el diseñador de moda más famoso del mundo. Utilizaba pieles de animales en sus diseños. Esto era, sin duda, moralmente incorrecto. Y los comentarios sexistas, misóginos, racistas e islamófobos de Lagerfeld eran insidiosos.

Pero Lagerfeld tenía razón cuando dijo, en una entrevista en 2015 con el New York Times: El problema con las pieles. ... Para mí, mientras la gente coma carne y lleve piel, no entiendo el mensaje.

No hay ninguna distinción moralmente coherente entre la piel y cualquier otro producto animal. De hecho, el cuero es piel de animal sin pelo. Lo que coloquialmente denominamos como pieles son pieles de animales con pelo. El animal está muerto en ambos casos. La carne implica animales muertos. La leche y los huevos implican animales muertos. Todos estos 'productos' implican sufrimiento animal.

Así que si no usted no es vegano y se opone a las pieles, debería replantearse su posición. Si usted cree que las pieles son moralmente incorrectas porque implican imponer sufrimiento y muerte innecesariamente a los animales, lo mismo podría decirse del uso de animales para la alimentación o para otro tipo de ropa de origen animal. Comemos productos animales porque nos gusta su sabor. No es necesario. Llevamos cuero y otras prendas de vestir de origen animal porque nos gusta su aspecto. No hay ninguna necesidad. De hecho, si usted cree que los animales importan moralmente pero no es vegano, debería preguntarse por qué no es vegano.

Los grupos bienestaristas, como People for the Ethical Treatment of Animals [PeTA], celebran la muerte de Lagerfeld. Al mismo tiempo, PeTA promociona sin descanso a un montón de personas que no son veganas. Por ejemplo, uno entre muchos, PeTA promociona a Paul McCartney. McCartney no sólo no es vegano [escuche aquí a partir del minuto 12:55], sino que promueve el consumo de productos animales a través de su promoción de los alimentos Linda McCartney, el 22% de los cuales contienen ingredientes de origen animal.

¿Qué sentido tiene eso? Es una pregunta retórica. No tiene ningún sentido. Pero McCartney apoya a PeTA. Así que su explotación animal está bien. La explotación de Lagerfeld no lo estaba. El hecho de que PeTA promueva a McCartney y a otros no veganos mientras busca titulares para condenar a otros no veganos como Lagerfeld revela lo cínica e hipócrita que es PeTA como entidad. Pero PeTA no está sola aquí. La mayoría, si no todas, de las grandes organizaciones para el bienestar de los animales alaban y promueven a los no veganos, cuando les interesa económicamente hacerlo.

No es raro que la gente que no es vegana no tenga problemas en criticar a los que llevan pieles. Pero eso es como si alguien que come carne de vacuno criticara a alguien que come cerdo. O alguien que come carne en general criticando a alguien que come foie gras. Espera. !Algunas personas hacen exactamente eso!

Nunca deberíamos celebrar la muerte de nadie. Pero hay algo muy preocupante cuando los 'amantes de los animales' que no son veganos se alegran de la muerte de algún explotador de animales. No se dan cuenta de que, si no son veganos, ellos están participando directamente en la explotación animal.


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