El "movimiento animalista" atrae a mucha gente que es emocionalmente muy sensible. De hecho, es esta sensibilidad emocional lo que facilita a mucha gente el impulso moral para comenzar a preocuparse por la cuestión moral de los animales.
Por desgracia, hay toda una maquinaria urdida por los grandes grupos que se aprovecha de esas emociones. Por eso toda la gente preocupada por el sufrimiento animal está saturada en un mar de horribles imágenes de tortura e "investigaciones ocultas" y se le dice que debemos "hacer algo". Y ese "algo" es promover la reforma bienestarista y la explotación "humanitaria" y "compasiva". El veganismo nunca es presentado como un imperativo moral. El derecho fundamental de los animales de no ser utilizados como recursos (sin importar cuan "humanitariamente" sean tratados) nunca se promueve.
A la gente se le dice que esta cuestión trata acerca de su "camino". Incluso una organización bienestarista habla sobre el estrés postraumático y el "trauma" sufrido por los activistas que han presenciado la violencia inherente a la explotación animal.
De ese modo dejamos de centrarnos en los animales para centrarnos en nosotros mismos. Así se ha creado un "movimiento" de incesante narcisismo que rechaza la idea de los principios morales y rechaza "decirle a la gente lo que tiene que hacer". Por eso si Ricky Gervais se autodenomina como un defensor de los animales que critica a los explotadores pero que sigue consumiendo productos de origen animal, todo está bien. Después de todo, esto no trata acerca de justicia para los animales; es acerca del "camino" de Ricky.
Lo que sucede con las organizaciones bienestaristas está muy claro: no hace falta ser muy profundo para darse cuenta que que su visión está basada en la ideología que facilita y normaliza la explotación animal: la ideología del bienestarismo. Es esta ideología, la cual dice que cualquier supuesta reducción del sufrimiento es buena y debe ser promovida como moralmente deseable, la que permite a todo el mundo continuar explotando a los animales mientras siguen su "camino" y se recuperan de ese "trauma" que han sufrido.
Los bienestaristas nos dicen que la ideología de la explotación animal es "invisible". Eso es absurdo. La ideología bienestarista no tiene nada de "invisible". Es muy explícita y está promovida por todos los grupos bienestaristas. La ideología bienestarista, que en sí misma es especista, normaliza nuestro especismo. Y los bienestaristas proclaman que buscar la reforma bienestarista es una cuestión de "estrategia"; no de ideología. Esto es absurdo. Si la explotación animal no se puede justificar moralmente, entonces promover una explotación "humanitaria" no puede ser una estrategia aceptable.
Siempre me preguntan cómo es posible que no me haya "quemado" después de haber estado haciendo activismo durante más de 30 años.
El mundo es un lugar horrible excepto para una pequeña fracción de animales nohumanos. Y el mundo es un lugar horrible para la mayoría de seres humanos, que viven en la pobreza o son tratados injustamente debido al racismo, el sexismo, la homofobia, ... o que son encarcelados o agredido por sus ideas políticas. Puedo entender que estas personas "tiren la toalla". Honestamente, pienso que debe ser horrible vivir discriminado en una sociedad racista o ser mujer en una sociedad patriarcal, como sucede en muchas partes del mundo, o ser un animal nohumano en cualquier parte. Curiosamente, muchas víctimas reales nunca tiran la toalla. Siguen luchando. Y pensemos en esos animales que son tratados horriblemente pero que todavía interactúan con seres humanos con confianza y esperanza en que no les harán daño.
En cualquiera de esas situaciones, no soy ninguna de esas víctimas. Hago todo lo puedo para contribuir a cambiar nuestro paradigma moral alejándolo de la posición que considera aceptable la violencia sobre los diferentes. No soy un animal explotado en un laboratorio o en un matadero o en una de esas granjas que los bienestaristas califican de "compasiva" ni estoy atrapado en una trampa de caza. No soy una mujer que está siendo víctima de abusos físicos y psicológicos.
Conclusión: ¿Cómo podría yo estar "quemado"? Hay billones de seres humanos y no-humanos que sí tienen motivos para estarlo.
Así que procuro evitar pensar en mí mismo como si yo fuera la víctima aquí. He conocido a muchos animalistas a lo largo de los años que se dedican a pensar sobre su sensibilidad y su sufrimiento. Comprendo el origen de esa forma de pensar. Yo no participo en esa mentalidad.
Si queremos conseguir algún progreso, debemos rechazar la ideología bienestarista y centrarnos en conseguir que un movimiento de justicia social por los animales se centre precisamente en los animales.