Esta mañana me llamaron la atención dos cosas que realmente dan cuenta del triste estado en que se encuentra lo que se conoce como “movimiento de protección animal.”
La primera es un artículo de The Times of London. La autora, Tessa Williams, proclama que, después de 25 años de haber sido vegetariana, está comiendo carne de nuevo. Señala que “no es la única vegetariana que el año pasado abandonó toda una vida de devoción a los granos y al tofu. La Food Standards Agency de Gran Bretaña declara que el número de personas con una dieta parcial o completamente vegetariana, disminuyó del 9% en el año 2007, al 7% en el 2008.”
La razón por la que Williams retorna a la carne:
Tomo mi decisión de volver a comer carne como parte de un cambio más amplio dentro de la cultura alimentaría de Gran Bretaña. Nos hemos alejado de la vieja escuela y su enfoque “carne es crimen” y, ahora, la carne de buena fuente es vista como saludable y natural.
Fuimos influidos por Jamie, Hugh y Gordon. Parece que ellos aman a los animales y aún así no tienen problema alguno en matar especímenes criados de una buena forma y colocados en una torta.
Avances recientes en el etiquetado de la comida también han hecho más fácil entender de dónde viene nuestra carne, y cómo es criado el animal. La etiqueta de la Soil Association significa que los animales han sido criados bajo estrictos criterios orgánicos de bienestar. Los ex-vegetarianos con sentimiento de culpa también pueden tranquilizarse con las etiquetas Freedom Food, que garantizan que los animales fueron mantenidos en condiciones aprobadas por la RSPCA.
Mudarme al campo también cambió mi punto de vista. Vivo ahora cerca de un carnicero de una pequeña ciudad, que cría mucha de la carne que vende. Desde la ventana de mi escritorio, puedo ver a sus cerdos felices, husmeando en su terreno. Y camino más allá de sus vacas y ovejas todos los días. Sus viajes hasta la vidriera de la carnicería, vía matadero, es más corto que el mío hasta la escuela
El artículo finaliza con una sección con instrucciones paso a paso acerca de “cómo ser un carnívoro renacido.”
Aquí es adonde está conduciendo el movimiento de la carne y productos animales felices. Y ciertamente, esto no se circunscribe a Gran Bretaña. En los EE.UU., las organizaciones de protección animal promueven iniciativas tales como la Proposición 2 de California , la cual no hará nada para ayudar a los animales pero va a asegurar, falsamente, a los humanos, que los animales están recibiendo una mejora significativa de protección “humanitaria”.
La premisa subyacente del moderno movimiento de “protección animal” es que es aceptable para los humanos el uso de animales siempre que sean tratados “humanitariamente”. Puede ser que aquéllos que apoyan esta posición quieran un tratamiento mejor que el que pensaban los bienestaristas de los años ‘40 o ‘50, pero el principio es el mismo: el uso no importa; sólo importa el tratamiento. Esta es la diferencia fundamental entre el enfoque abolicionista y el enfoque adoptado por las grandes organizaciones neobienestaristas. La posición abolicionista rechaza todo uso de los animales y ve a la educación vegana creativa y no violenta como la estrategia fundamental a emplear.
La segunda cosa tiene que ver con el rechazo de NBC de transmitir el aviso Veggie Love de PeTA durante el campeonato de fútbol de este año, porque el aviso, que tiene modelos en diferentes estadios de desnudez, acariciándose a sí mismas o haciendo otras cosas con vegetales de manera sugestiva, y que afirma que “los vegetarianos tienen mejor sexo,”, es sexualmente demasiado explícito.
No me resulta claro porqué PeTA y quienes piensan que este tipo de cosa es aceptable, no reconocen que el sexismo y el especismo están estrechamente ligados. Mientras continuemos cosificando a las mujeres, continuaremos cosificando a los no humanos. El sexismo no sólo es objetable inherentemente; es la manera más ineficaz para incrementar la concienciación acerca de los no-humanos. PeTA ha estado promoviendo campañas antipieles sexistas por casi 20 años. ¿Tuvo acaso algún efecto? La industria de las pieles es hoy más fuerte que nunca.
Más aún, los avisos en este campeonato de fútbol norteamericano costaron una gran cantidad de dinero. Dejando de lado los otros temas suscitados por este aviso, ¿cómo puede alguien pensar que este es un bueno uso del dinero? ¿Cómo puede PeTA matar el 85% de los animales que rescata cuando aparentemente tiene dinero para despilfarrar en hacer y publicitar avisos de mujeres desnudas lamiendo calabazas y pareciendo masturbarse con vegetales?
Por favor, no me malinterpreten. No estoy diciendo que grupos como PeTA, HSUS, y los otros grupos corporativos bienestaristas no piensan que están haciendo lo correcto. Verdaderamente, estoy muy seguro de que piensan que sí lo están. Mi opinión es que ellos están equivocados.