Estoy recibiendo una gran cantidad de consultas en relación a si los defensores de los animales en California deberían votar por la Proposición 2, dado que la misma ya está en la boleta electoral.
Tomando todo en consideración, mi opinión es que los defensores de los animales deberían votar en contra de la Proposición 2 (o al menos, abstenerse de votar en relación a ella). Fundamento mi posición en 3 razones:
Primero; la Proposición 2 no hará nada para reducir el sufrimiento animal en el corto plazo. La Proposición 2 no entrará en vigor, si es que lo hace, hasta el 2015. La Proposición 2 tiene numerosas excepciones y condiciones e incluso si realmente entra en vigor en algún punto en el futuro distante, e incluso si se cumple con ella, no resultará en ninguna reducción significativa del sufrimiento animal.
Segundo; la Proposición 2, si se aprueba, sólo hará que el público se sienta mejor acerca de la explotación animal y resultará en un aumento de la explotación. Los animales continuarán siendo torturados; la única diferencia será que la tortura llevará el sello de aprobación de la Humane Society of the United States, de Farm Sanctuary, y de las otras corporaciones bienestaristas que están promoviendo la Proposición 2. Se dice que aproximadamente 100 organizaciones de criadores están apoyando la Proposición 2. ¿Porqué piensan que esto ocurre? La respuesta es simple. Estos criadores creen que la Proposición 2 les ayudará a obtener ganancias. Y lo hará.
Tercero; es importante que los defensores de los animales envíen un mensaje claro a la Humane Society of the United States, a Farm Sanctuary y a otros grupos, para que esas organizaciones dejen de promover medidas como la Proposición 2. Si la HSUS realmente estuviese preocupada con el sufrimiento animal, entonces debería tal vez gastar una parte de sus $223 millones de dólares en activos y $124 millones en ingresos en la educación vegana. El veganismo reduce la demanda de productos animales y ayuda a cambiar las actitudes sociales, desviándolas de la noción de que es moralmente aceptable el uso de los animales siempre que sea hecho de forma “humanitaria”. Tal posición no resulta en nada, excepto en continuar e incrementar el uso de los animales. Es tiempo de que los defensores digan “no” a esto.
Es tiempo de demandar más, de las organizaciones que aparentan representar los ideales de los defensores de los animales, que las fáciles campañas que originan titulares de prensa y fondos acrecentados, pero que no hacen nada para proveer una protección significativa de los intereses de los animales y que en ningún modo socavan la condición de propiedad de los mismos. Una educación vegana no violenta, creativa, es el mejor modo de reducir el sufrimiento y la muerte de los animales, tanto a corto como a largo plazo. El crecimiento del veganismo es el único medio de alcanzar la abolición de la explotación animal. Esfuerzos como la Proposición 2, que torna más aceptable el consumo de animales, sólo reforzará el especismo y la noción de que es moralmente aceptable consumir no humanos siempre que lo hagamos “humanitariamente”.
La decisión acerca de cómo votar en relación a la Proposición 2, no es una decisión que requiera que los defensores elijan entre más o menos sufrimiento animal. Es una elección entre continuar promoviendo el movimiento de la “carne feliz”, que está llevando las cosas en la dirección equivocada, o concentrarse en una seria defensa animal, que realmente hará una diferencia.
Los defensores de los animales no deben votar a favor de la Proposición 2.