Un comentario habitual que suelo encontrarme por parte de los "defensores de los animales" es el de que no podemos decir que el veganismo es una base moral. Esto es, que no podemos decir que el veganismo es una obligación moral y un imperativo moral. Sólo podemos promover una reducción del sufrimiento. La gente no comprende o no puede asumir una posición vegana. La gente debe ser manipulada y no educada. Y nosotros entendemos su incapacidad para comprenderlo. Después de todo, ellos no son tan inteligentes o buenos como nosotros.
¿Desean ver un excelente ejemplo de esta completamente reaccionaria, elitista y paternalista actitud?
¿Desean ver un excelente ejemplo de esta completamente reaccionaria, elitista y paternalista actitud?
Ronnie Lee, quien fundó el Frente de Liberación Animal, y que se califica a sí mismo como "animalista liberacionista socialista", respondió en una entrada de blog a la sugerencia de que los animalistas promuevan el vegetarianismo en lugar del veganismo porque esto último es demasiado "radical".
Lee dijo esto:
«Entiendo que hay una fuertes razones en favor del enfoque "entrar de puntillas" que sugieres, Mark. Nick Cooney lo señala así en su excelente charla sobre "Ciencia del Activismo Animalista". Estuve en una charla similar de Nick en Birmingham hace unos meses y me quedé muy impresionado por lo que dijo, porque, al igual que yo, él cree que tenemos que tener en cuenta las limitaciones de la gente normal y comprender cómo piensan para poder cambiar su conducta, en lugar de suponerles habilidades intelectuales y morales que en realidad no poseen.»
¿Así que la "gente normal" no posee suficientes "habilidades intelectuales y morales"?
Esto es, como dirían los británicos, una chorrada. Y proviene de alguien que se llama a sí mismo "socialista". El comentario de Lee es tan reaccionario como lo que diría un reaccionario.
No esperaba otra cosa por parte de Nick Cooney, que trabaja para Mercy for Animals –un grupo que promueve la explotación "feliz" y que se unió a Peter Singer en la fundación del movimiento de explotación "feliz" en 2005.
Mercy for Animals se asocia habitualmente con la industria de explotación animal para fomentar la fantasía de que podemos explotar "compasivamente". Aquí se puede ver una publicidad de Walmart difundida por Nathan Runkle, el director ejecutivo de MFA:
El modelo de negocio de estos grupos implica rechazar el veganismo como imperativo moral en favor de promover la idea de que el veganismo es simplemente una forma de reducir el sufrimiento —al igual que los huevos libres de jaula, el vegetarianismo, los lunes sin carne,... Todos son igualmente válidos. Y recitan a Cooney, quien cita estudios y doctrinas que no entiende o que distorsiona flagrantemente para poder defender que quienes no promueven el veganismo como base moral van a cosenguir que la gente al final vea el veganismo como base moral. Pero como esto lleva tiempo hay que manipular y promover la explotación "feliz" mientras tanto.
Esto es un gran modelo de negocio si quieres aumentar los ingresos por donaciones todo lo que sea posible. Yo entiendo que estas empresas de caridad necesitan conseguir una gran cantidad de dinero para que su gente pueda dedicarse a trabajar como "activistas". Estos grupos venden licencias para que la gente pueda continuar comiendo animales con un sello de aprobación de los grupos bienestaristas. De este modo, cualquier no-vegano puede comprar carne de cerdo "libre de jaulas de gestación" en Walmart y hacer una donación y ser un consumidor "compasivo". De este modo, puede ser un "defensor de los animales".
Esto es un modelo terrible si quieres cambiar el paradigma de los animales como propiedad hacia la consideración de los animales como personas y educar a la gente sobre el por qué el veganismo es la única opción racional ante el reconocimiento de que los animales importan.
Yo esperaba otra cosa por parte de Ronnie Lee. No estoy de acuerdo con Lee en muchas cosas pero estoy realmente disgustado al ver como acepta la reaccionaria y elitista idea difundida por esos grupos corporativos de que la "gente normal" no es lo suficientemente inteligente o suficimiento moral para estar a "nuestro" nivel. Lee afirma ser un defensor de la justicia social. ¿Qué pasa con la justicia para la "gente normal"? ¿Qué pasa con no venderse a las corporaciones bienestaristas que ven a la gente como estúpida e inmoral? ¿Qué pasa con educar a la gente de forma honesta y correcta respecto de su inteligencia y su capacidad moral?
En 2010, publiqué un blog/podcast en el que expuse el Enfoque Abolicionista sobre la Educación:
Principio N° 1: Las personas en el fondo son buenas.
Nuestra posición por defecto, cuando hablamos con las personas, debe ser que ellas en el fondo son buenas e interesadas en, y con posibilidad de ser educadas acerca de, temas morales. Hay una tendencia, al menos entre algunos defensores de animales, a tener un punto de vista muy misantrópo de otros humanos y de verlos como seres inherentemente inmorales o desinteresados en los temas de moralidad. Disiento con este punto de vista.
Principio N° 2: La gente no es estúpida.
Hay una tendencia entre los defensores de animales a creer que el público en general no es capaz de entender los argumentos a favor del veganismo y que debemos “ir de a poco” y en vez de hablar de veganismo, deberíamos hablar de vegetarianismo, “Lunes sin carne”, carne y productos animales ”felices”, etc. Disiento con este modo muy elitista de pensar acerca de otras personas. No hay misterio aquí; no es nada complicado. La gente puede entender si enseñamos con eficacia.
Principio N° 3: No estén a la defensiva; respondan, no reaccionen.
Sí, algunas personas tratarán de provocarnos o harán preguntas o comentarios que encontraremos insultantes o que no podemos tomar en serio. Si alguien no está realmente interesado en lo que estamos diciendo, en general, se alejarán. Traten cada comentario y pregunta –incluso las que encuentren ásperas, groseras o sarcásticas– como una invitación que les está haciendo alguien que se siente más incitado en un sentido positivo por ustedes, y más involucrado que lo que imaginan.
Principio N° 4: No se sientan frustrados. La educación es un trabajo difícil.
Les harán las mismas preguntas varias veces; les harán preguntas que les indicarán que deben empezar por el principio con alguien. Pero si quieren ser un educador eficiente, tienen que responder cada pregunta como si fuera la primera vez que la escucharan. Si quieren que otros se entusiasmen con el mensaje que dan, tienen primero ustedes que entusiasmarse con ese mensaje.
Principio N° 5: Aprendan los fundamentos. Deben ser estudiantes, antes de convertirse en maestros.
Muchos activistas se entusiasman con el veganismo abolicionista y lo próximo que hacen es un sitio web o comienzan un blog que, aunque motivados por sentimientos correctos, no están informados por ideas claras. Antes de enseñar a otros, aprendan los fundamentos. Saquen ventaja de los recursos veganos abolicionistas, tales como vídeos, folletos, y otro material disponible en este sitio.
En cualquier contexto, una de las cosas que he aprendido es que la "gente normal" puede entenderlo. Los argumentos en favor del veganismo como imperativo normal son perfectamente inteligibles para cualquiera que quiera escucharlos. De hecho, la mayoría de la gente entiende la idea de que está mal infligir sufrimiento a los animales por motivos de placer, diversión, o conveniencia incluso si no aceptan la igualdad moral del enfoque de los derechos animales. Eso es por lo que la gente reacciona como lo hace respecto de los actos que cometieron personas como Michael Vick y Mary Bale.
Si vamos a cambiar el mundo, necesitamos promover el pensamiento crítico y no apoyar el negocio de las corporaciones bienestaristas, quienes consideran que la "gente normal" es demasido estúpida o demasiado depravada para comprender un simple mensaje:
Si estás de acuerdo en que los animales importan moralmente, si estás de acuerdo en que no son cosas que no importan moralmente, entonces, como mínimo, no puedes justificar el imponer sufrimiento y muerte a los animales por motivos de placer, incluyendo el placer del paladar, o la mera conveniencia.