El día de hoy marca el comienzo de una nueva e importante campaña para los animales:
Viernes sin peces pequeños de piscifactorías.
El objetivo de la campaña es alentar a la gente a no comer pescados de piscifactorías los viernes y, en cambio, consumir otros productos animales, para concienciar al público acerca de la difícil situación de los pequeños pescados criados en piscifactorías.
¿Por qué peces?
Aunque es verdad que todos los animales sufren y que el sufrimiento de cada animal es su sufrimiento y eso es algo que ella o él no quieren experimentar, y aunque nosotros no podemos, sin pedir cuestiones morales, clasificar el sufrimiento de un animal por encima del sufrimiento de otro, decidimos centrarnos solamente en los peces y no en cualquier otro animal y, en vez de proponer el veganismo, proponer que no se coman pescados provenientes de piscifactorías.
Lo hicimos por una sencilla razón: el público simplemente no es lo suficientemente inteligente, ni está emocionalmente preparado para confrontar el hecho de que todos los seres sintientes, en virtud de ser sintiente, no quiere experimentar dolor, sufrimiento, estrés y otros estados negativos. Así que, aunque en este sentido, todos los seres sintientes son moralmente indistinguibles, decidimos establecer una distinción entre pescados y otros animales no humanos que hay que reconocer que es insostenible, porque necesitamos llevar al público hacia esto de manera gradual. La verdad puede conmocionarlos y sobrepasar sus capacidades cognitivas, así que decidimos que era mejor simular que comer pescados es moralmente distinguible de comer otros productos animales, o vestir o usar productos animales.
Esta campaña de avanzada, centrada en los pequeños peces de piscifactorías, es realmente una campaña de “puerta de entrada”, parte de una estrategia global dirigida a un veganismo eventualmente propuesto como fundamento moral. Basándonos en las presentes circunstancias, lo haremos dentro de cuatro siglos a partir de hoy, pero tendremos que ir muy despacio incluso entonces. Ahora mismo estamos planificando anunciar “Jueves sin pequeños pescados de piscifactorías” para algún momento del año 2020. ¡La revolución comienza con el primer paso!
Viernes sin peces pequeños de piscifactorías.
El objetivo de la campaña es alentar a la gente a no comer pescados de piscifactorías los viernes y, en cambio, consumir otros productos animales, para concienciar al público acerca de la difícil situación de los pequeños pescados criados en piscifactorías.
¿Por qué peces?
Aunque es verdad que todos los animales sufren y que el sufrimiento de cada animal es su sufrimiento y eso es algo que ella o él no quieren experimentar, y aunque nosotros no podemos, sin pedir cuestiones morales, clasificar el sufrimiento de un animal por encima del sufrimiento de otro, decidimos centrarnos solamente en los peces y no en cualquier otro animal y, en vez de proponer el veganismo, proponer que no se coman pescados provenientes de piscifactorías.
Lo hicimos por una sencilla razón: el público simplemente no es lo suficientemente inteligente, ni está emocionalmente preparado para confrontar el hecho de que todos los seres sintientes, en virtud de ser sintiente, no quiere experimentar dolor, sufrimiento, estrés y otros estados negativos. Así que, aunque en este sentido, todos los seres sintientes son moralmente indistinguibles, decidimos establecer una distinción entre pescados y otros animales no humanos que hay que reconocer que es insostenible, porque necesitamos llevar al público hacia esto de manera gradual. La verdad puede conmocionarlos y sobrepasar sus capacidades cognitivas, así que decidimos que era mejor simular que comer pescados es moralmente distinguible de comer otros productos animales, o vestir o usar productos animales.
Esta campaña de avanzada, centrada en los pequeños peces de piscifactorías, es realmente una campaña de “puerta de entrada”, parte de una estrategia global dirigida a un veganismo eventualmente propuesto como fundamento moral. Basándonos en las presentes circunstancias, lo haremos dentro de cuatro siglos a partir de hoy, pero tendremos que ir muy despacio incluso entonces. Ahora mismo estamos planificando anunciar “Jueves sin pequeños pescados de piscifactorías” para algún momento del año 2020. ¡La revolución comienza con el primer paso!
Las personas no se hacen veganas de un día para otro, ya saben. Y nosotros estamos haciendo todo lo posible para asegurar que más personas no se hagan veganas, caracterizando constantemente al veganismo como difícil, y siendo cuidadosos en no promoverlo como principio moral fundamental. Debemos ser prácticos y no sólo ideológicos.
Debemos recordar que muchos de nosotros no hemos sido veganos por años porque los grupos animalistas con los cuales estuvimos involucrados nos dijeron que comer varios productos animales era moralmente aceptable. Es importante que estos errores sean repetidos una y otra vez, si no todos nuestros errores han sido en vano. Más que reconocer que no es moralmente coherente la distinción moral entre carne y lácteos u otros productos animales, debemos continuar perpetuando la fantasía de que el vegetarianismo es una posición moral significativa. Estaría mal promover la posición de que todo uso animal es injustificable y que el veganismo es la base moral, y de este modo dar a las personas algo a lo que aspirar, independientemente de donde son en un tiempo particular y de si están preparados para hacerse veganos ya mismo. Más bien, nosotros debemos decir que las pautas fuera del veganismo están simplemente muy bien, para hacer que la gente se sienta bien. Debemos dar nuestro sello de aprobación para consumir varios productos animales.
Aunque tratamos temas referidos a derechos humanos fundamentales, como tener una respuesta moralmente correcta e incorrecta —ninguno jamás dice que la condición moral de la esclavitud, la violación o el abuso de niños es una cuestión de opinión— debemos siempre simular que las cuestiones de ética animal son simplemente cuestiones de elección de estilo de vida o preferencia o mera opinión, no más significativa moralmente que la elección de adónde uno se va de vacaciones o de qué tipo de música le gusta. Debemos adoptar el “flexitarianismo”, pues de lo contrario pareceremos demasiados rígidos y correremos el riesgo de que la gente piense que somos “fanáticos”. Es importante que nunca se caracterice al veganismo como el fundamento moral, como lo que nosotros le debemos a los animales no humanos; es importante no ser nunca honestos y decir directamente que no podemos justificar el consumo de ningún producto animal. Los humanos merecen justicia; los animales sólo consiguen piedad o compasión.
¿Por qué peces pequeños?
¡Una buena pregunta! Decidimos focalizar en los peces pequeños porque la mayoría de la gente no piensa que todos los peces son lindos, y nosotros pensamos que la gente puede ver a los peces pequeños más lindos que a los grandes. Y como defensores de los animales, estamos bien conscientes del viejo adagio, “lo lindo vende campañas.” Si piensan acerca de esto, la mayoría de las campañas de un solo tema se centran en animales que los humanos encontramos atractivos, como las focas bebés, los elefantes, los delfines, los cachorros, los terneritos, los lobos, etc. Ni siquiera reforzamos las campañas bienestaristas de un solo tema que involucraban a cerdos hasta que llegó Babe y le dio buena imagen a los cerdos y a otros animales de granja.
Aunque no hay distinción moralmente significativa entre un pez grande y uno pequeño —o entre un pez y una vaca— pensamos cuidadosamente acerca de este tema, y decidimos que el público simplemente no estaba listo para enfrentarse con la idea de que no deberíamos comer ningún pez, o ningún producto animal, así que decidimos ir despacio y focalizarlos sólo en los peces pequeños y lindos. Debemos alcanzar a la gente allí donde se encuentran.
Recuerden, tenemos que hacer esto de a un paso por vez. El veganismo es extremadamente difícil. Los grandes grupos animalistas dicen esto reiteradamente, así que debemos ser correctos y no discrepar. ¿Cómo podríamos pensar que quizás las personas encontrasen absolutamente deliciosas todas las maravillosas comidas veganas que están hoy en día disponibles? ¿Cómo podríamos esperar que las personas consideren los asuntos morales con seriedad?
¿Por qué peces pequeños de piscifactorías?
Eso es fácil. Hay tres razones.
Primero, Peter Singer, el padre del movimiento, ha dejado en claro que los no-humanos, a diferencia de los humanos, no son cognitivamente sofisticados como nosotros somos y, como resultado de esto, no tienen interés en continuar viviendo. Ellos no tienen conciencia de tener una vida y sus vidas son de menor valor en términos morales. A los animales no les importa que nosotros los usemos y los comamos; ellos sólo se preocupan acerca de cómo los usamos. Sólo les preocupa no sufrir demasiado y ser matados de forma relativamente indolora, pero no les preocupa continuar viviendo.
Ahora bien, los peces están bastante más abajo en esa escala cognitiva, de acuerdo a los bienestaristas y, como resultado, no obtienen muchos puntos en la escala que mide “cuán cerca está su sentido de auto-consciencia de la que tiene un humano adulto normal”. Así que el problema no es comerlos en sí mismo; el problema es hacerlos sufrir. Podemos afrontar el “lujo” de comer pescados si los peces han sido criados y matados “humanitariamente.”
Segundo, al focalizar en las piscifactorías de pescados pequeños, garantizamos todo tipo de “victorias” significativas que harán que la gente se sienta más cómoda respecto de consumir pequeños pescados “felices”. Estamos tratando de convencer a la ganadora del premio Peta, Temple Grandin, de que diseñe nuevas instalaciones para matar peces y al ganador del premio PETA, Whole Foods, de que venda muchos cuerpos de peces muertos y les ponga carteles que digan que son “pescados silvestres”. ¡ Así que las cosas están ya comenzando a cambiar para los pescados! ¡Victorias ya! Y es sólo cuestión de tiempo antes de que todas las grandes corporaciones de bienestar animal tengan sus etiquetas “peces muertos felices” estampadas en los cuerpos de los pescados. Estas etiquetas harán fluir más dinero a las arcas de estas corporaciones. ¡Piensen cuántos “pescados felices” harán para ayudar a los animales!
Tercero, y otra vez, creemos que el público no está listo aún para no comer todos los pescados pequeños. Estamos proponiendo meramente que no coman los pescados pequeños de piscifactorías. El público carece de la inteligencia que nosotros tenemos. Nosotros podemos pensar que los argumentos a favor del veganismo son bastante fáciles de entender, pero no podemos apreciar simplemente cuán tonta es la gente.
Sabemos que habrá algunos defensores de animales que criticarán esta campaña y propondrán que debemos educar al público acerca del veganismo; que debemos cambiar el paradigma del discurso que habla del tratamiento por el paradigma que se refiere al uso. Estos críticos son simplemente elitistas divisivos que no reconocen cuán increíblemente estúpido es el público. Estos críticos no aprecian cuánto tiene esta campaña de avanzada. Fue tan sólo en abril de este año que la HSUS anunció una campaña para salvar a las bonitas focas, boicoteando la comida marina canadiense, y comiendo peces pescados y vendidos en otros países. ¡Y la HSUS ni siquiera distinguió los peces pequeños de los grandes! Nuestra campaña va mucho, mucho más lejos, al menos los viernes. Aunque no defendemos el boicot a toda la comida marina canadiense, nosotros apoyamos el boicot a los pescados pequeños de todos los países los viernes. Le pedimos formalmente a la HSUS que cambie su campaña y la oriente hacia el boicot a los pequeños pescados canadienses y a los pequeños pescados de todos los países, pero sólo los viernes, porque no queremos ser demasiado radicales.
Aunque es verdad que mucha gente sólo come churrascos, huevos y helados en vez de pescados, o puede comer peces “de pesca silvestre” ofrecido por un vendedor ambulante de pescados muertos “felices”, tenemos que hacer algo ahora para ayudar a los animales y esto es lo mejor que podemos hacer.
Finalmente, pensamos que esta campaña realmente prenderá, porque la gente tendrá que hacer muy poco en el camino del cambio real. Podemos mostrarles cómo pueden ser “defensores de los derechos animales” sólo dejando de comer a los peces pequeños de piscifactorías los viernes. Se sentirán tan bien con ellos mismos que se sentarán y escribirán un cheque para uno de los grandes grupos animalistas. ¡Otra victoria! Y, en una década, conseguiremos que ellos se centren en no comer los peces pequeños de piscifactorías los martes. Y en otra década, conseguiremos que se concentren los miércoles. Y así. Y entonces nos concentraremos en las piscifactorías de tamaño mediano. Y el público nunca lo verá venir. ¡Somos tan inteligentes!
Entonces, por los animales, por favor apoyen nuestra campaña de avanzada para ayudar a que el público mental y emocionalmente limitado entienda la verdad moral que sólo un puñado de nosotros puede entender. Sí, sabemos que el verdaderamente elitista y divisivo entre ustedes querrá apegarse al veganismo como principio moral fundamental. Y a ése le decimos: “Desechen el principio”
********
Francamente, no puedo entender el pensamiento de las personas que defienden cosas como los "Lunes sin Carne". Tales campañas establecen diferencias donde no hay ninguna. Alientan a la gente a consumir productos animales como cuestión general, y asumen que el público es incapaz de entender una idea simple. Para algunas reflexiones acerca de hablar de veganismo con los no-veganos, escuchen mi reciente comentario respecto del asunto.
Los defensores de los animales que realmente se oponen al uso en su conjunto de todos los animales, no deberían proponer el vegetarianismo —o cualquier situación fuera del veganismo. En primer lugar, todos sabemos que mucha gente ha sido vegetariana por décadas y nunca se hizo vegana, y entonces, como una cuestión de hecho, no está para nada claro que el vegetarianismo es algún tipo de paso de transición. Segundo, los vegetarianos tienden a comer más lácteos y otros productos animales cuando ellos dejan de comer carne. Esos otros productos animales causan tanto, si no más, sufrimiento y muerte. Así que una dieta vegetariana con muchos lácteos, huevos, etc., puede no ser lo mejor en relación a la cantidad de sufrimiento animal.
El argumento de que el público encuentra al veganismo difícil es una profecía auto-realizada: las grandes organizaciones animalistas son aquí los peores infractores, reforzando constantemente la noción de que el veganismo es difícil y de requiere sacrificios hercúleos y una voluntad poderosa. E incluso si el público encuentra al veganismo difícil, eso no significa que nuestro mensaje debería cambiar. Vivimos en un mundo en el cual hay aún mucho racismo; las personas lo encuentran difícil de frenar haciendo decisiones acerca de la inclusión en la comunidad moral basada en el color de la piel. ¿Significa eso que deberíamos dejar de promover el mensaje de que todo racismo es moralmente injustificable? Por supuesto que no.
Deberíamos siempre dejar claro como el cristal: que no podemos justificar el consumo o el uso de ningún producto animal. Si alguien decide no transitar todo el camino, o al menos no desde el principio, dejemos que sea su elección, y no el resultado de que estamos poniendo un sello de aprobación a algo fuera del veganismo. Nosotros nunca haríamos eso en cuestiones de derechos humanos fundamentales; el hecho de que lo hagamos, en el contexto de los animales, no es nada más que especismo.
Para una discusión ulterior acerca de los temas aquí tratados, vean estos ensayos: 1 ; 2 ; 3; y escuchen el comentario acerca del vegetarianismo como una supuesta “puerta de entrada” al veganismo.
La batalla por los derechos animales no es sólo una cuestión de compasión; sí, debemos empatizar con los otros no humanos. Pero “derechos animales” es mucho más que eso: es la idea de que no podemos justificar la explotación de los animales no humanos, no importa cuán “humanitaria” sea nuestra explotación. Derechos animales es, en su núcleo, una cuestión de justicia.
Entonces hagan de cada día un “Día sin Productos Animales.” Es fácil. Es mejor para su salud y para el planeta. Pero lo más importante, es lo moralmente correcto y justo para hacer.
Debemos recordar que muchos de nosotros no hemos sido veganos por años porque los grupos animalistas con los cuales estuvimos involucrados nos dijeron que comer varios productos animales era moralmente aceptable. Es importante que estos errores sean repetidos una y otra vez, si no todos nuestros errores han sido en vano. Más que reconocer que no es moralmente coherente la distinción moral entre carne y lácteos u otros productos animales, debemos continuar perpetuando la fantasía de que el vegetarianismo es una posición moral significativa. Estaría mal promover la posición de que todo uso animal es injustificable y que el veganismo es la base moral, y de este modo dar a las personas algo a lo que aspirar, independientemente de donde son en un tiempo particular y de si están preparados para hacerse veganos ya mismo. Más bien, nosotros debemos decir que las pautas fuera del veganismo están simplemente muy bien, para hacer que la gente se sienta bien. Debemos dar nuestro sello de aprobación para consumir varios productos animales.
Aunque tratamos temas referidos a derechos humanos fundamentales, como tener una respuesta moralmente correcta e incorrecta —ninguno jamás dice que la condición moral de la esclavitud, la violación o el abuso de niños es una cuestión de opinión— debemos siempre simular que las cuestiones de ética animal son simplemente cuestiones de elección de estilo de vida o preferencia o mera opinión, no más significativa moralmente que la elección de adónde uno se va de vacaciones o de qué tipo de música le gusta. Debemos adoptar el “flexitarianismo”, pues de lo contrario pareceremos demasiados rígidos y correremos el riesgo de que la gente piense que somos “fanáticos”. Es importante que nunca se caracterice al veganismo como el fundamento moral, como lo que nosotros le debemos a los animales no humanos; es importante no ser nunca honestos y decir directamente que no podemos justificar el consumo de ningún producto animal. Los humanos merecen justicia; los animales sólo consiguen piedad o compasión.
¿Por qué peces pequeños?
¡Una buena pregunta! Decidimos focalizar en los peces pequeños porque la mayoría de la gente no piensa que todos los peces son lindos, y nosotros pensamos que la gente puede ver a los peces pequeños más lindos que a los grandes. Y como defensores de los animales, estamos bien conscientes del viejo adagio, “lo lindo vende campañas.” Si piensan acerca de esto, la mayoría de las campañas de un solo tema se centran en animales que los humanos encontramos atractivos, como las focas bebés, los elefantes, los delfines, los cachorros, los terneritos, los lobos, etc. Ni siquiera reforzamos las campañas bienestaristas de un solo tema que involucraban a cerdos hasta que llegó Babe y le dio buena imagen a los cerdos y a otros animales de granja.
Aunque no hay distinción moralmente significativa entre un pez grande y uno pequeño —o entre un pez y una vaca— pensamos cuidadosamente acerca de este tema, y decidimos que el público simplemente no estaba listo para enfrentarse con la idea de que no deberíamos comer ningún pez, o ningún producto animal, así que decidimos ir despacio y focalizarlos sólo en los peces pequeños y lindos. Debemos alcanzar a la gente allí donde se encuentran.
Recuerden, tenemos que hacer esto de a un paso por vez. El veganismo es extremadamente difícil. Los grandes grupos animalistas dicen esto reiteradamente, así que debemos ser correctos y no discrepar. ¿Cómo podríamos pensar que quizás las personas encontrasen absolutamente deliciosas todas las maravillosas comidas veganas que están hoy en día disponibles? ¿Cómo podríamos esperar que las personas consideren los asuntos morales con seriedad?
¿Por qué peces pequeños de piscifactorías?
Eso es fácil. Hay tres razones.
Primero, Peter Singer, el padre del movimiento, ha dejado en claro que los no-humanos, a diferencia de los humanos, no son cognitivamente sofisticados como nosotros somos y, como resultado de esto, no tienen interés en continuar viviendo. Ellos no tienen conciencia de tener una vida y sus vidas son de menor valor en términos morales. A los animales no les importa que nosotros los usemos y los comamos; ellos sólo se preocupan acerca de cómo los usamos. Sólo les preocupa no sufrir demasiado y ser matados de forma relativamente indolora, pero no les preocupa continuar viviendo.
Ahora bien, los peces están bastante más abajo en esa escala cognitiva, de acuerdo a los bienestaristas y, como resultado, no obtienen muchos puntos en la escala que mide “cuán cerca está su sentido de auto-consciencia de la que tiene un humano adulto normal”. Así que el problema no es comerlos en sí mismo; el problema es hacerlos sufrir. Podemos afrontar el “lujo” de comer pescados si los peces han sido criados y matados “humanitariamente.”
Segundo, al focalizar en las piscifactorías de pescados pequeños, garantizamos todo tipo de “victorias” significativas que harán que la gente se sienta más cómoda respecto de consumir pequeños pescados “felices”. Estamos tratando de convencer a la ganadora del premio Peta, Temple Grandin, de que diseñe nuevas instalaciones para matar peces y al ganador del premio PETA, Whole Foods, de que venda muchos cuerpos de peces muertos y les ponga carteles que digan que son “pescados silvestres”. ¡ Así que las cosas están ya comenzando a cambiar para los pescados! ¡Victorias ya! Y es sólo cuestión de tiempo antes de que todas las grandes corporaciones de bienestar animal tengan sus etiquetas “peces muertos felices” estampadas en los cuerpos de los pescados. Estas etiquetas harán fluir más dinero a las arcas de estas corporaciones. ¡Piensen cuántos “pescados felices” harán para ayudar a los animales!
Tercero, y otra vez, creemos que el público no está listo aún para no comer todos los pescados pequeños. Estamos proponiendo meramente que no coman los pescados pequeños de piscifactorías. El público carece de la inteligencia que nosotros tenemos. Nosotros podemos pensar que los argumentos a favor del veganismo son bastante fáciles de entender, pero no podemos apreciar simplemente cuán tonta es la gente.
Sabemos que habrá algunos defensores de animales que criticarán esta campaña y propondrán que debemos educar al público acerca del veganismo; que debemos cambiar el paradigma del discurso que habla del tratamiento por el paradigma que se refiere al uso. Estos críticos son simplemente elitistas divisivos que no reconocen cuán increíblemente estúpido es el público. Estos críticos no aprecian cuánto tiene esta campaña de avanzada. Fue tan sólo en abril de este año que la HSUS anunció una campaña para salvar a las bonitas focas, boicoteando la comida marina canadiense, y comiendo peces pescados y vendidos en otros países. ¡Y la HSUS ni siquiera distinguió los peces pequeños de los grandes! Nuestra campaña va mucho, mucho más lejos, al menos los viernes. Aunque no defendemos el boicot a toda la comida marina canadiense, nosotros apoyamos el boicot a los pescados pequeños de todos los países los viernes. Le pedimos formalmente a la HSUS que cambie su campaña y la oriente hacia el boicot a los pequeños pescados canadienses y a los pequeños pescados de todos los países, pero sólo los viernes, porque no queremos ser demasiado radicales.
Aunque es verdad que mucha gente sólo come churrascos, huevos y helados en vez de pescados, o puede comer peces “de pesca silvestre” ofrecido por un vendedor ambulante de pescados muertos “felices”, tenemos que hacer algo ahora para ayudar a los animales y esto es lo mejor que podemos hacer.
Finalmente, pensamos que esta campaña realmente prenderá, porque la gente tendrá que hacer muy poco en el camino del cambio real. Podemos mostrarles cómo pueden ser “defensores de los derechos animales” sólo dejando de comer a los peces pequeños de piscifactorías los viernes. Se sentirán tan bien con ellos mismos que se sentarán y escribirán un cheque para uno de los grandes grupos animalistas. ¡Otra victoria! Y, en una década, conseguiremos que ellos se centren en no comer los peces pequeños de piscifactorías los martes. Y en otra década, conseguiremos que se concentren los miércoles. Y así. Y entonces nos concentraremos en las piscifactorías de tamaño mediano. Y el público nunca lo verá venir. ¡Somos tan inteligentes!
Entonces, por los animales, por favor apoyen nuestra campaña de avanzada para ayudar a que el público mental y emocionalmente limitado entienda la verdad moral que sólo un puñado de nosotros puede entender. Sí, sabemos que el verdaderamente elitista y divisivo entre ustedes querrá apegarse al veganismo como principio moral fundamental. Y a ése le decimos: “Desechen el principio”
********
Francamente, no puedo entender el pensamiento de las personas que defienden cosas como los "Lunes sin Carne". Tales campañas establecen diferencias donde no hay ninguna. Alientan a la gente a consumir productos animales como cuestión general, y asumen que el público es incapaz de entender una idea simple. Para algunas reflexiones acerca de hablar de veganismo con los no-veganos, escuchen mi reciente comentario respecto del asunto.
Los defensores de los animales que realmente se oponen al uso en su conjunto de todos los animales, no deberían proponer el vegetarianismo —o cualquier situación fuera del veganismo. En primer lugar, todos sabemos que mucha gente ha sido vegetariana por décadas y nunca se hizo vegana, y entonces, como una cuestión de hecho, no está para nada claro que el vegetarianismo es algún tipo de paso de transición. Segundo, los vegetarianos tienden a comer más lácteos y otros productos animales cuando ellos dejan de comer carne. Esos otros productos animales causan tanto, si no más, sufrimiento y muerte. Así que una dieta vegetariana con muchos lácteos, huevos, etc., puede no ser lo mejor en relación a la cantidad de sufrimiento animal.
El argumento de que el público encuentra al veganismo difícil es una profecía auto-realizada: las grandes organizaciones animalistas son aquí los peores infractores, reforzando constantemente la noción de que el veganismo es difícil y de requiere sacrificios hercúleos y una voluntad poderosa. E incluso si el público encuentra al veganismo difícil, eso no significa que nuestro mensaje debería cambiar. Vivimos en un mundo en el cual hay aún mucho racismo; las personas lo encuentran difícil de frenar haciendo decisiones acerca de la inclusión en la comunidad moral basada en el color de la piel. ¿Significa eso que deberíamos dejar de promover el mensaje de que todo racismo es moralmente injustificable? Por supuesto que no.
Deberíamos siempre dejar claro como el cristal: que no podemos justificar el consumo o el uso de ningún producto animal. Si alguien decide no transitar todo el camino, o al menos no desde el principio, dejemos que sea su elección, y no el resultado de que estamos poniendo un sello de aprobación a algo fuera del veganismo. Nosotros nunca haríamos eso en cuestiones de derechos humanos fundamentales; el hecho de que lo hagamos, en el contexto de los animales, no es nada más que especismo.
Para una discusión ulterior acerca de los temas aquí tratados, vean estos ensayos: 1 ; 2 ; 3; y escuchen el comentario acerca del vegetarianismo como una supuesta “puerta de entrada” al veganismo.
La batalla por los derechos animales no es sólo una cuestión de compasión; sí, debemos empatizar con los otros no humanos. Pero “derechos animales” es mucho más que eso: es la idea de que no podemos justificar la explotación de los animales no humanos, no importa cuán “humanitaria” sea nuestra explotación. Derechos animales es, en su núcleo, una cuestión de justicia.
Entonces hagan de cada día un “Día sin Productos Animales.” Es fácil. Es mejor para su salud y para el planeta. Pero lo más importante, es lo moralmente correcto y justo para hacer.