24 de octubre de 2009

Algunos Pensamientos Respecto Del Enfoque Abolicionista






Aquí hay algunas ideas simples que conforman el enfoque y la filosofía abolicionista. Pueden ser útiles para ustedes, tanto en su propia reflexión acerca de las cosas como cuando discutan con otras personas:

1. El especismo es moralmente objetable porque, al igual que el racismo, el sexismo y el heterosexismo, vincula la personidad con un criterio irrelevante.

Explicación: No objetamos el especismo en el vacío. Lo rechazamos porque es como otra forma de discriminación. Lo que tienen en común todas las formas de discriminación es su uso de un criterio irrelevante para excluir a las personas de la pertenencia total a la comunidad moral. Los racistas devalúan aquellas razas basándose solamente en el color de la piel; los sexistas devalúan a las mujeres solamente por el sexo y el género; los heterosexistas niegan la pertenencia total en la comunidad moral de los gays, lesbianas, transexuales,etc. simplemente sobre la base de la orientación sexual. Los especistas niegan la pertenencia plena a la comunidad moral basándose solamente en la especie.

Todas estas formas de discriminación son moralmente injustificables. Rechazamos el especismo porque es indistinguible de esas otras formas de discriminación.

Por favor noten: aunque Peter Singer ostensiblemente rechaza el especismo, sostiene que, debido a que los no humanos no tienen el mismo tipo de mente que tienen los humanos, ellos no tienen interés en seguir viviendo, y por esto nosotros no los dañamos si los usamos y matamos “humanitariamente.” Encuentro que esto es una forma de especismo. Hagan clic aquí.

2. Aquéllos que rechazan el especismo están también comprometidos con el rechazo del racismo, el sexismo, el heterosexismo y otras formas de discriminación.

Explicación: Algunos defensores de animales afirman que el “movimiento animalista” no toma posición en relación a otras formas de discriminación. Esto no es correcto. Aquellos de nosotros que queremos justicia para los no humanos estamos necesariamente comprometidos con la justicia para los humanos, y con el fin de la discriminación humana tanto como de la discriminación contra los no humanos.

El movimiento animalista no debería, por ejemplo, estar perpetuando el sexismo como un medio para el objetivo de los derechos animales. El sexismo implica la cosificación de las mujeres. La cosificación es el problema, no la solución.

Y sí, las mujeres pueden ser sexistas tanto como las personas de color pueden ser racistas. Pero este sexismo y racismo son necesariamente diferentes porque, en nuestra sociedad patriarcal y racista, esas formas de discriminación no tienen, ni pueden tener, el mismo efecto. Rechazo toda discriminación, pero nunca deberíamos pensar que no hay diferencias importantes aquí.

Y sí, las mujeres pueden elegir la auto-cosificación tanto como las personas de color pueden participar en los estereotipos racistas y perpetuarlos. Pero esto no significa que la auto-cosificación sea “empoderamiento.” Todo lo contrario. La noción de que la auto-cosificación confiere poder es una idea reaccionaria que perpetúa el sexismo.

3.- El veganismo es no-violencia; el veganismo reconoce que la no-violencia empieza con lo que ponen sobre y dentro de sus cuerpos.

La noviolencia es el principio de que no deberíamos actuar violentamente hacia otros en nuestros pensamientos, palabra o acción. Pero la no-violencia no debería ser pensada como un principio abstracto. Si este principio no afecta nuestra vida diaria, no es de ninguna utilidad.

El veganismo ético representa la noción de que la no violencia comienza con lo que ponemos en nuestras bocas y lo que ponemos en nuestros cuerpos. Si vamos a una concentración por la paz después de haber comido un desayuno de jamón y huevos y usando nuestros pulóveres de lana y zapatos de cuero, yo sugeriría que hemos perdido el objetivo.

4.- El veganismo es la aplicación del principio abolicionista en sus propias vidas; representa su reconocimiento de que los animales no son cosas.

El Enfoque Abolicionista de los Derechos Animales, como lo he desarrollado a lo largo de las pasadas dos décadas, significa que no podemos justificar cualquier uso animal —aunque sea “humanitario”. Debemos abolir y no regular la explotación de los animales no humanos. La regulación fracasa por razones teórica y prácticas.

Regular la explotación animal a través de la reforma bienestarista es como regular la tortura agregando un acolchado a la plancha donde se ahoga a la víctima. Si la conducta es errónea, deberíamos defender su fin, no proponer que les impongamos daño de un modo “mejor”.

Y la reforma bienestarista no funciona como cuestión práctica. Los animales son propiedad; son mercaderías con valor económico. Dada esa condición y dada la realidad de los mercados, incluyendo los mercados globales, la protección proporcionada por las leyes del bienestar animal y las regulaciones, raramente se elevarán, si es que lo hacen, por encima del nivel de protección necesario para explotar a los animales en un modo económicamente eficiente. Para poner las cosas de otro modo: no podemos proteger los intereses de los animales a menos que obtengamos un beneficio económico al hacerlo. Hemos tenido bienestar animal por más de 200 años y ahora estamos explotando más animales de maneras más horribles que en cualquier otra época de la historia humana.

Si una persona defendiera la abolición de la esclavitud animal pero continuara poseyendo esclavos, encontraríamos esta acción en discordancia con sus ideas o palabras. De igual modo, si alguien defiende la abolición pero continúa consumiendo y usando productos animales, hay una desconexión, una disonancia.

Ser un abolicionista es ser un vegano ético y renunciar al consumo de carne, lácteos, miel, derivados animales, etc. y al uso de lana, cuero, pieles y seda.

5.- Deberíamos usar medios creativos y no-violentos para educar a otros acerca de la abolición.

La violencia es el problema; no es ninguna parte de la solución. Aquéllos que defienden la violencia contra los explotadores institucionales de animales fallan en reconocer el simple hecho de que estos explotadores están sólo respondiendo a la demanda creada por otros. Los reales explotadores son aquéllos que crean la demanda. Sin embargo, la violencia contra los explotadores institucionales no tiene sentido. Y ninguna persona en su sano juicio defendería la violencia contra el 99% de la población humana, la cual considera el uso de los animales tan natural como respirar o beber agua.

Necesitamos cambiar el paradigma; necesitamos tener una revolución del corazón. Nunca cambiaremos el modo en que los humanos piensan acerca de los no-humanos a través de la violencia y la intimidación. Lo haremos sólo cuando convenzamos a otros de que la explotación animal no puede ser moralmente justificada. Lo haremos sólo cuando podamos compartir con ellos la paz que llega a nuestras vidas rechazando la violencia. ¡Y no tiene sentido decir que podemos compartir esa paz de un modo violento!

Juzgar a otros es una forma de violencia. Deberíamos siempre evitar hacer juicios de valor acerca de la integridad moral de los individuos. Debemos limitar nuestra atención a las acciones. No hago juicios personales acerca de los bienestaristas. Sólo pienso que están equivocados y ofrezco razones para mi posición. Siempre deberíamos educar en un modo no violento. Esto no significa que debemos colapsar en un relativismo moral o evitar tomar una posición de principios éticos; todo lo contrario. Pero debemos estar dispuestos a comprometer a todos los que quieren comprometerse con nosotros de buena fe y deberíamos siempre educar de manera no violenta.

6. El veganismo es el reconocimiento de la personalidad moral de los no-humanos.

Vivimos en un universo moral binario. Hay personas y hay cosas. Las primeras tienen valor inherente y son miembros de la comunidad moral. Las segundas tienen sólo valor extrínseco o externo y están fuera de la comunidad moral. Aunque muchos humanos consideran a algunos animales —sus compañeros— como personas no humanas con valor moral, los animales son, según nuestras leyes, considerados como propiedad, como cosas que sólo tienen el valor que nosotros le damos.

El veganismo es un acto de resistencia no-violenta. Es nuestra declaración de que rechazamos la noción de que los animales son cosas y de que consideramos a los no humanos sintientes como personas morales con el derecho moral fundamental de no ser tratados como propiedades o recursos de los humanos.

Si no son veganos, háganse veganos. Es fácil. Es mejor para la salud. Es mejor para el planeta. Y, lo más importante, es lo moralmente correcto para hacer.

Pueden volverse abolicionistas hoy. Ahora mismo. En este mismo segundo. No necesitan un gran organización o una campaña cara. No necesitan sentarse desnudos en una jaula. No necesitan ningún líder diciéndoles qué hacer. Sólo necesitan decir no a la violencia y dejar que el rechazo a cooperar con la opresión comience con lo que ponen sobre y dentro de sus cuerpos.

18 de octubre de 2009

Algunas ideas acerca del significado de "vegano"




Hay mucha discusión acerca del significado del término “vegano”.

“Veganismo” significa, por lo menos, no comer ningún tipo de carne, lácteos o cualquier otro producto animal. En este sentido, “vegano” significa “dieta vegana.” Donald Watson, que originalmente acuñó el término “vegan” [vegano], usó esa palabra de ese modo, al hacer declaraciones como: “Donde quiera que el Hombre viva, él puede tener una dieta vegana.”

Diferentes personas pueden tener diferentes razones —éticas/espirituales, de salud, medioambientales— para llevar una dieta vegana. Aquéllos que siguen una dieta vegana pueden también, y por distintas razones, evitar el uso de otros productos animales en los contextos que van más allá de la dieta. Por ejemplo, alguien que sigue una dieta vegana también puede que no use productos animales en su piel por distintas razones —los productos aplicados en la piel penetran en el cuerpo. Alguien que sigue una dieta vegana por razones medioambientales también puede no usar un determinado producto animal debido al impacto de la elaboración de ese producto en el medioambiente.

Aquéllos que adoptan el veganismo por razones éticas/espirituales pueden también ubicarse dentro de diferentes grupos. Algunos veganos éticos ven su dieta vegana como un modo de reducir el sufrimiento animal. Esto es, no piensan que está mal en sí mismo matar animales para uso humano sino que lo que está mal es infligir sufrimiento a los animales, y entonces evitan comer o usar productos animales. Si hubiese una manera indolora de criar y matar animales para uso humano, estos veganos éticos no objetarían el uso de animales. Estas personas no están comprometidas, necesariamente —y usualmente no lo están— con la abolición de la explotación animal, y buscan la reforma regulatoria que, según ellas creen —erróneamente, según mi opinión— reducirá el sufrimiento animal.

El “veganismo ético,” término que yo uso de modo intercambiable con “veganismo abolicionista”, va más allá de una dieta vegana y rechaza el consumo directo de animales o cualquier tipo de uso de animales. Un vegano ético se rehúsa a consumir productos animales, pero también no viste ni usa ningún producto animal. Un vegano ético rechaza la cosificación de los no humanos como propiedad. Un vegano ético está comprometido con la abolición de la explotación animal. Más allá de eso, los veganos éticos reconocen que una agricultura basada en animales daña a otros humanos tanto como a los no humanos. El veganismo ético es la base moral del movimiento por los derechos animales. El veganismo ético representa un compromiso con la no violencia en la vida diaria.

En mi experiencia, el veganismo ético es el único tipo de enfoque que resulta en un comportamiento coherente. Los veganos por razones de salud solamente, con frecuencia “hacen trampas”, de la misma manera que con frecuencia la hacen quienes están siguiendo cualquier dieta por razones de salud. Los veganos por razones medioambientales no sólo pueden suspender la dieta sino que pueden decidir que un producto derivado de animales tiene menos consecuencias adversas en el medioambiente que los productos no derivados de animales.

Un vegano ético que ve el veganismo sólo como un medio de reducir el sufrimiento animal puede comer o usar un producto animal si esta persona piensa que se causará más sufrimiento si así no lo hace. Por ejemplo, algunas, tales como Peter Singer y otros, sostienen que podemos comer productos animales si no hacerlo causará que otros piensen que el veganismo es demasiado difícil, y así desistieren de reflexionar acerca del veganismo. Estos veganos entonces se tornan veganos “flexibles”, lo que, en mi opinión, significa que no son realmente veganos. Un vegano ético ve al veganismo como un enfoque general hacia la vida —una filosofía de vida— y no meramente como una cuestión de un estilo de vida.

Un comentario final, por ahora: las preocupaciones acerca de la salud y el medioambiente pueden tener un aspecto moral. Por ejemplo, las personas que siguen una dieta vegana pueden hacerlo porque creen que infligir daño físico en sus cuerpos a través del consumo de productos animales es una forma de violencia —daño a seres sintientes— y que es inmoral. Aquéllas que siguen una dieta vegana o que evitan el uso de productos animales por razones medioambientales pueden hacerlo debido a una preocupación utilitaria de preservar el medioambiente, porque creen que las consecuencias medioambientales afectan directamente a los humanos sintientes y a los no humanos y violan el derecho de estos seres sintientes. Un vegano ético o abolicionista, que ve cualquier consumo o uso de productos animales como un hecho que viola los derechos animales, puede también rechazar los productos animales por razones de salud y medioambiente.

En resumen, las personas pueden ser veganas por diferentes razones. En mi opinión, el veganismo ético es el único enfoque que resulta en un comportamiento coherente. Deberíamos, sin embargo, tener en claro que ninguna forma de veganismo es coherente con el consumo de ningún producto animal. O sea, seguir una “dieta vegana” es el significado mínimo de “vegano.”

En mi opinión, un “vegano” es alguien que no come, utiliza o usa ningún producto animal. Pero no es seguro decir que una persona que no come ningún producto animal sigue una “dieta vegana.” La ausencia de productos animales no está explícitamente limitada a la dieta. Como dije antes, no considero a los veganos “flexibles” como veganos y, por definición, ellos ni siquiera siguen una dieta vegana.

Pronto escribiré con mayor detalle acerca de este tema.

Si no son veganos, háganse veganos. Es increíblemente fácil ser vegano. Es mejor para su salud y para el planeta. Pero, lo más importante, es lo moralmente correcto para hacer.



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