30 de agosto de 2009

El neobienestarismo es un fracaso en sus propios términos




El enfoque abolicionista sostiene que el veganismo ético es una base moral; representa el reconocimiento de la personidad moral de los animales y el rechazo de la noción de que los animales son mercancías destinadas a uso humano. El veganismo ético es un componente esencial del compromiso con la no violencia.

El enfoque neobienestarista rechaza al veganismo como una base moral. En efecto, los neobienestaristas lo consideran como un “fanatismo” y como una cuestión de “pureza personal”, afirmar que el veganismo es algo más que un modo de reducir el sufrimiento. En este sentido, el veganismo no difiere de consumir carne/productos animales “felices”, o de ser vegetariano y tratar la carne de los animales como moralmente distinguible de otros productos animales.

En mi último comentario y en mis escritos, incluyendo otros ensayos de este sitio [ver, por ejemplo, aquí], expliqué que los neobienestaristas, al igual que los bienestaristas clásicos, consideran el sufrimiento animal como moralmente relevante pero no consideran que los animales no humanos sean seres que tengan interés en continuar existiendo. Por lo tanto, ellos no ven el uso y la muerte de los animales como moralmente objetable per se, siempre que los animales hayan tenido una vida razonablemente placentera y una muerte relativamente sin dolor.

El enfoque abolicionista sostiene que los defensores de los animales deberían ser veganos éticos y que deberían comprometerse en la educación vegana creativa y no violenta. El enfoque neobienestarista sostiene que los defensores deberían promover la reforma bienestarista que, según ellos, reducirá el sufrimiento.

Pero el enfoque neobienestarista no funciona ni siquiera en sus propios términos.

Consideren este extracto de "El libro de bolsillo del activista por los animales", de Matt Ball, de Vegan Outreach, y Bruce Friedrich, de PeTA:
"Cada año, el norteamericano promedio consume alrededor de una décima parte de una vaca, un tercio de un cerdo, un pavo, treinta y cinco pollos, y alrededor de cincuenta animales acuáticos (en su mayoría mariscos). Ella o él es también responsable por la producción de una gallina ponedora y de una trigésima parte de una vaca lechera.  
"Basándose en los números en bruto solamente, el mejor paso incremental que un comedor de carne puede dar por los animales es dejar de comer aves. Y así es como hablamos con la gente: focalizamos en la crueldad hacia las aves en primer lugar. Una vez que ellos han visto que pueden dar un paso, es mucho más fácil para ellos pasar a dejar de comer cerdos, peces (especialmente peces criados en granjas), huevos, ganado, y luego lácteos. 
"Pocas personas adoptan la dieta vegetariana de un día para otro. Si ayudamos a que más gente cambie aceptando la evolución incremental, –preferiblemente no comiendo más aves y peces primero, luego cerdos, luego vacas–, podemos ayudar a ahorrarle a muchos animales un terrible sufrimiento. Desde que la mayoría de la gente hará el camino inverso (dejando de comer vacas y cerdos primero), ayudamos realmente a los animales concentrándonos primero en la crueldad contra las aves de las granjas industriales."
Ball y Friedrich argumentan que las campañas bienestaristas que focalizan en la “crueldad en las granjas industriales de aves,” “le ahorrarán a muchos animales un terrible sufrimiento.”

Esta posición es problemática por al menos tres razones.

Primero; vamos a hablar de la cuestión de la psicología práctica. Aunque sea ciertamente admirable que Ball y Friedrich quieran que las personas se tomen a las aves en serio, la noción de que aquéllas que están comiendo vacas y cerdos van a desarrollar una preocupación moral respecto de las aves simplemente no es realista. Desafortunadamente, la mayoría de la gente tiene una opinión muiy negativa respecto de las aves. Muchas personas son casi hotiles para con las aves. Si el escenario de fondo de la tristemente célebre entrevista con Sarah Palin fuese una vaca siendo asesinada en vez de un pavo, la reacción del público habría sido muy diferente. Entonces, incluso si creen que la reforma bienestarista incremental es una buena idea, este enfoque simplemente está errado.

Segundo; asumamos que una persona deja de comer aves por completo. Puede que pase a comer más pescado o más huevos u productos lácteos y cualquier compensación del sufrimiento será contrabalanceada como consecuencia. La posición neobienestarista asume que por cada producto animal que no se consume, aquellas calorías serán reemplazadas por comida de origen vegetal. No hay razón para asumir esto. En efecto, hay razones para asumir lo contrario.

Por supuesto, en el mundo real, un enfoque incremental, si conduce a algo, llevará a las personas a comer menos carne vacuna y porcina y más aves, huevos, queso, etc. Y es precisamente por esto que el enfoque bienestarista incremental lleva a un aumento del sufrimiento general.

Tercero, los neobienestaristas asumen que una campaña focalizada en la crueldad de las granjas industriales de aves resultará en que las personas dejarán de comer aves.

¿De dónde diantres sacan los neobienestaristas esta idea?

¿No es más probable que estas campañas neobienestaristas resulten en consumidores que buscarán una de las alternativas a la carne “feliz” promovidas por PeTA y Vegan Outreach? Ambos grupos, junto a otras corporaciones neobienestaristas que siguen a Peter Singer, apoyan la norma del Animal Compasivo de Whole Foods. Nos dicen que, entre PeTA y Kentucy Fried Chicken, “no hay diferencia de opiniones respecto de cómo los animales deberían ser tratados”, dado que las aves son gaseadas y no electrocutadas. ¿Y qué acerca de aquellos maravillosos productos animales que tienen la etiqueta de "Certificación de Cría y Manejo Humanitarios” apoyada por la Humane Society de EE.UU, ASPCA, y otros grupos?

¿No es el objetivo explícito de estos programas de etiquetado, hacer que los consumidores se sientan más cómodos acerca de consumir productos animales? Esa es una pregunta retórica. Por supuesto que es el objetivo.

Así que ¿porqué los neobienestaristas piensan que las campañas referentes a las aves de granjas industriales van a hacer que las personas dejen de comer aves, cuando los neobienestaristas están ahí, ofreciéndoles un producto animal ”feliz”? ¿No es más probable que esos consumidores se muevan hacia el mercado de la carne “feliz” que los neobienestaristas han creado?

Y cualquiera que crea que la carne “feliz” promovida por esas organizaciones neobienestaristas realmente resultará en reducir el sufrimiento, probablemente también cree en Papá Noel y el conejo de Pascuas. La diferencia entre los huevos provenientes de gallinas en jaulas en batería convencionales y los huevos de gallinas “libres de jaulas” es equivalente —en la mejor de las hipótesis— a la diferencia entre ser torturado con descargas eléctricas estando sujeto a una silla acolchonada en vez de ser torturado con una descarga eléctrica estando sujeto a una silla sin acolchado.

En resumen, los neobienestaristas rechazan el veganismo como base moral porque ellos están preocupados principalmente por el sufrimiento. Pero sus propuestas para la reforma bienestarista incremental no lograrán una reducción del sufrimiento.

El neobienestarismo es un fracaso de acuerdo a sus propios términos.

Háganse veganos. Es fácil; es lo mejor para ustedes y para el planeta y, lo más importante, es lo que moralmente debemos hacer.



13 de agosto de 2009

Algunos comentarios acerca del vegetarianismo como "puerta de entrada" al veganismo




Como resultado de mis comentarios (aquí, en Facebook, y en el podcast de Comentarios, estoy repleto de mensajes privados, todos con los mismos contenidos: (1) “pero muchos veganos comenzaron siendo vegetarianos”; y (2) “defender el veganismo es elitista.”

En cuanto a si muchos veganos comenzaron siendo vegetarianos, déjenme decir esto claramente: ése no es el punto.

Primero, la pregunta relevante es si el vegetarianismo es una posición moral con sentido. Esto es, ¿podemos establecer una distinción moral con sentido entre la carne y otros productos animales? Si, como yo sostengo, no podemos, entonces no deberíamos promover el vegetarianismo más que lo que podríamos promover, como moralmente con sentido, el comer carne roja de ternera mejor que carne blanca de ternera, huevos de gallinas libres de jaulas mejor que huevos de gallinas de jaulas en batería, etc. Si todos estos productos son inmorales, entonces debemos ser claros y honestos y así decirlo.

Los productos animales diferentes a la carne, con frecuencia implican más sufrimiento y muerte que lo que implica la carne. Por ejemplo, los animales usados para explotación láctea son mantenidos vivos más tiempo, tratados peor —incluyendo, pero no limitado a, sacarles y matar a sus bebés para carne de terner—, y todos los animales en explotaciones lácteas terminan en el mismo matadero que los animales usados para carne. El vegetariano que continúa consumiendo lácteos es aún cómplice del sufrimiento y muerte animal. ¿Cuál es la justificación moral para promover que continúe la complicidad en el sufrimiento y la muerte? En efecto, si el vegetariano incrementa su ingesta de lácteos, como muchos hacen, puede ser responsable por más sufrimiento y muerte que antes de hacerse vegetariano.

Segundo, la observación de que muchos veganos comenzaron como vegetarianos, aún si cierta, nos lleva a preguntarnos porqué es ése el caso. Muchas personas afirman que no se hicieron veganas más pronto precisamente debido al énfasis de la conveniencia moral del vegetarianismo defendida por las grandes organizaciones animalistas. Promover el vegetarianismo, de hecho, obstruye el hacerse vegano.

Es claro: si explican que no hay ninguna distinción entre el cuerpo de los animales y otros productos animales y porqué deberían hacerse veganos, y la persona con quien están hablando se preocupa por el tema, ella [1] se hará vegana inmediatamente; o [2] se hará vegana en etapas; o [3] no se hará vegana y adoptará alguna versión del vegetarianismo (o consumo de carne/producto animal “feliz”). Pero ella al menos entenderá que el veganismo es la aspiración hacia la cual trabajar. Ella entenderá que la línea entre el cuerpo de los animales y otros productos es totalmente arbitraria. Si afirman que volcarse hacia el vegetarianismo es algo moralmente con sentido, y que hay una distinción entre la carne y los otros productos, entonces incrementan las posibilidades de que se obstruya el progreso de esa persona hacia el veganismo.

En otras palabras, no necesitan defender el vegetarianismo. Es completamente innecesario, moralmente sin sentido y, como cuestión práctica, obstruye la transición al veganismo.

En cuanto el supuesto “elitismo” del veganismo, me sigue resultando desconcertante ese comentario.

¿Hay algo más elitista que creer que las personas son demasiado estúpidas para entender el argumento contra la explotación animal y la falta de cualquier distinción significativa entre la carne y los lácteos?

¿Hay algo más elitista que promover la idea de que es moralmente aceptable comer lácteos, huevos u otros productos animales y continuar la explotación de los más vulnerables?

Nunca deberíamos rotular como “elitista” el apoyo a una total prohibición de la violación —incluso aunque la violación es, ha sido, y continuará siendo un hecho frecuente en un mundo patriarcal. Pero cuando se trata de animales, el apoyo a una prohibición total de su consumo y uso es considerado como elitista.

¿Qué diferencia a las dos situaciones?

Esa es una pregunta retórica. La respuesta es clara: la especie.

Me disculpo por no poder responder a todos los emails privados y a los mensajes en Facebook. Pero he dicho esto tan claramente como puedo. No tengo ninguna habilidad artística y no puedo hacer dibujos.

Háganse veganos; es mejor para su salud; es mejor para el planeta; y, lo más importante, es lo moralmente correcto para hacer.

Y por favor recuerden: la violencia es el problema; la violencia no es ninguna parte de la solución. Abolición, veganismo y no-violencia son todos diferentes aspectos del mismo concepto.



12 de agosto de 2009

Una nota acerca de la esquizofrenia moral

En mi libro Introducción a los Derechos Animales presenté la noción de “esquizofrenia moral.” He recibido comentarios acerca de mi uso de este término y estos comentarios se ubican dentro de dos grupos.

Algunas personas me acusan de confundir esquizofrenia moral con personalidad múltiple/doble.

Cuando hablo acerca de esquizofrenia moral, busco describir el modo ilusorio y confuso en que pensamos acerca de los animales como tema social/moral. Esta confusión puede, por supuesto, incluir modos conflictivos o inconsistentes de mirar a los animales —algunos son miembros de la familia; otros son la cena— pero eso no significa que estoy describiendo la clásica personalidad doble o múltiple. Nuestra esquizofrenia moral, que implica hacernos ilusiones a nosotros mismos acerca de la capacidad de sentir y las similitudes entre humanos y otros animales, y una inmensa cantidad de confusión acerca de la condición moral de los no-humanos, es un fenómeno bastante complicado y que tiene muchos aspectos diferentes.

Algunas personas piensan que usando el término estoy estigmatizando a aquéllos que tienen esquizofrenia clínica, porque esto implica que son personas inmorales. Lo siento sinceramente si alguien interpretó el término en ese sentido, no fue ciertamente mi intención. La esquizofrenia es una condición reconocida que está caracterizada por pensamiento confuso e ilusorio. Decir que estamos ilusionados y confusos, cuando se trata de temas morales, no es decir que aquéllos que sufren de esquizofrenia clínica son inmorales. Es sólo decir que muchos de nosotros pensamos acerca de temas morales importantes de una manera completamente confusa, ilusoria e incoherente. !Ciertamente no estoy diciendo que aquéllos que sufren de esquizofrenia clínica sean inmorales!

Decir que la esquizofrenia moral estigmatiza a los esquizofrénicos clínicos es como decir que hablar de que: “el uso de drogas se propaga como el cáncer”, estigmatiza a las víctimas de cáncer.

Espero que esto esclarezca lo que quiero decir al hablar de nuestra esquizofrenia moral cuando se trata de ética animal. También espero que sea claro que no estoy usando ese término en un sentido que transmite o intenta transmitir que los esquizofrénicos clínicos son inmorales.



Comentario Nº 2: "Mascotas"



El tema de las “mascotas” es un tema que genera acaloradas respuestas en muchas personas.

Aquí hay algo que escribí en el Apéndice de mi libro "Introducción a los Derechos Animales":

Pregunta 3: La institución de la propiedad de las mascotas, ¿viola el derecho básico de los animales de no ser considerado como cosas?

Respuesta: Sí. Las mascotas son nuestra propiedad. Perros, gatos, hámsters, conejos y otros animales son producidos masivamente como los tornillos en una fábrica o, en el caso de las aves y los animales exóticos, capturados en la naturaleza y transportados largas distancias, en un viaje en el que muchos de ellos mueren. Las mascotas son comercializadas de la misma exacta manera que como otras mercancías. Aunque algunos de nosotros pueda tratar bien a nuestros compañeros animales, muchos de nosotros los tratan mal. En Norteamérica, la mayoría de los perros pasan menos de dos años en un hogar antes de ser descartados en un refugio estatal o de ser transferidos de cualquier otra manera a un nuevo dueño; más del 70 por ciento de las personas que adoptan animales los regalan, los llevan a refugios o los abandonan. Todos conocemos historias horrorosas acerca de perros del vecindario, atados con cadenas cortas, que pasan la mayoría de sus vidas solos. Nuestras ciudades están llenas de gatos y perros sin hogar que viven vidas miserables, que están muriendo de hambre o frío, sucumbiendo a la enfermedad, o que son atormentados por humanos. Algunas personas, que afirman amar a sus compañeros animales, los mutilan sin sentido, cortándole las orejas, amputándoles las colas o extrayéndoles las uñas, para que no rayen sus muebles.

Pueden tratar a sus compañeros animales como miembros de sus familias y efectivamente otorgarle, a ella o a él, un valor inherente, o el derecho básico de no ser tratado como un recurso. Pero este tratamiento de sus animales realmente significa que consideran a su propiedad animal con un valor más alto que el valor del mercado; si cambiaran de opinión y les administraran diariamente varios golpes a su perro por motivos de disciplina, o no alimentaran a su gato de manera que estuviera motivado para atrapar el ratón en el sótano de sus negocios, o mataran a su animal porque no quieren tener más gastos, sus decisiones estarán protegidas por la ley.

Son libres de valuar su propiedad como les parezca. Pueden decidir lustrar su auto con frecuencia, o pueden abandonarlo hasta su total corrosión. La elección es de ustedes. Mientras que provean de atención mínima a su auto, de manera que puedan pasar la inspección, cualquier otra decisión que hagan respecto del vehículo, incluyendo su decisión de entregarlo a un comprador de chatarra, es asunto de ustedes. Mientras que provean con un mínimo de comida, agua y refugio a su mascota, cualquier otra decisión que tomen, excepto torturar al animal sin ningún motivo, es asunto de ustedes, incluyendo su decisión de sacarse de encima a su animal dejándolo en el refugio local (donde algunos animales son matados o vendidos para experimentación), o hacer que lo mate un veterinario dispuesto a hacerlo.

Muchos años atrás, adopté un hámster a través de un compañero de la escuela de derecho. El hámster se enfermó una noche y llamé al servicio de emergencias veterinarias. El veterinario dijo que la cantidad mínima para una visita de emergencia era de 50 dólares y me preguntó porqué quería gastar tal suma, cuando podría tener un “nuevo” hámster de cualquier pet shop por alrededor de 3 dólares. Llevé el hámster al veterinario de todas maneras, pero aquel caso fue una de las primeras veces en que tomé conciencia acerca de la condición de los animales como mercaderías.

Como alguien que vive con siete compañeros caninos rescatados a quienes quiero muchísimo, no trato este asunto a la ligera. Aunque considero a mis compañeros como miembros de la familia, ellos siguen siendo mi propiedad y podría decidir mañana hacerlos matar a todos. Tanto como disfruto de vivir con perros, si quedaran sólo dos perros en el mundo, no estaría a favor de que se reproduzcan para que pudiéramos tener más “mascotas” y así perpetuar la condición de propiedad.

Efectivamente, cualquiera que de verdad se preocupe por los perros, debería visitar una “fábrica de cachorros” –un lugar donde los perros son criados por cientos o miles, y que son tratados nada más que como mercaderías–. A las hembras se las hace tener cría repetidamente hasta que se convierten en “agotadas” y son matadas o son vendidas para experimentación.

Deberíamos, por supuesto, cuidar de todos aquellos animales domésticos que están vivos en este momento, pero no deberíamos continuar trayendo más animales a la existencia para así poder poseerlos como mascotas.


9 de agosto de 2009

Comentario #1 ¿Vegetarianismo como una “puerta de entrada” al veganismo?






Bienvenidos a los Comentarios de Enfoque Abolicionista.

Los Comentarios consistirán en una serie de podcasts que discuten y exploran varios aspectos de la idea de que debemos abolir, y no meramente regular, la explotación animal. Los Comentarios reflejarán las ideas contenidas en este sitio web y en mis libros.

Los animales son personas no humanas y no podemos moralmente justificar tratarlas como recursos para humanos. Además, debido a que los animales son propiedad o mercaderías, la regulación del tratamiento de los animales cuesta dinero, y las regulaciones de bienestar animal casi no proveen de una protección significativa para los intereses animales. Como cuestión general, las regulaciones del bienestar animal, de hecho, hacen que el uso de los animales sea más rentable, porque las regulaciones implementadas son aquéllas que resultan en un beneficio económico para los productores y consumidores. Los Comentarios de Enfoque Abolicionista discutirán porqué la reforma del bienestar animal no trabaja ni puede trabajar para brindar protección a los animales no humanos.

Los Comentarios de Enfoque Abolicionista promoverán el veganismo ético y creativo, y la educación vegana no violenta, como los modos principales de activismo para mudarse hacia la abolición del uso de animales. El veganismo ético va más allá de no comer productos animales; rechaza el uso de los animales para vestimenta o el uso de productos que contienen ingredientes animales o que han sido probados en animales. No hay distinción moral entre el cuerpo y otros productos animales. Todos los productos animales implican sufrimiento animal y muerte.

Los Comentarios de Enfoque Abolicionista explorarán la noción de “derechos animales.” Aunque hay mucha controversia acerca de qué derechos deberían tener los humanos, todos estamos de acuerdo en oponernos a la esclavitud humana, o a tratar a los humanos como propiedades. El Enfoque Abolicionista sostiene que no podemos justificar moralmente la denegación de este derecho a todos los no humanos sintientes. Esto significa que deberíamos dejar de traer animales domesticados a la existencia. Deberíamos cuidar de aquellos que están aquí ahora pero no deberíamos traer a ninguno más a la existencia. Deberíamos dejar a los animales no domesticados solos y dejar de invadir y destruir su hábitat.

Los Comentarios de Enfoque Abolicionista buscarán explorar nuestra “esquizofrenia moral”, ese modo ilusorio y confuso en el que nos aproximamos a la ética animal. Todos concordamos en que está mal infligir sufrimiento “innecesario” y muerte a los animales no humanos. Si “necesidad” tiene cualquier significado coherente, debe significar al menos que está mal infligir sufrimiento y muerte a los animales no humanos por motivos de placer, entretenimiento, o conveniencia. Pero la mayor parte del uso de los animales puede ser justificada sólo por placer, entretenimiento o conveniencia. Muchos de nosotros vivimos con animales no humanos que consideramos como miembros de nuestras familias. Pero clavamos los tenedores en otros animales que no son diferentes en la realidad, o moralmente, de los no humanos que amamos.

Los Comentarios de Enfoque Abolicionista también discutirán el tema de la violencia y explicarán porqué el movimiento para abolir la explotación animal debería ser parte de un movimiento mayor por la Ahimsa, o no violencia. Todos los humanos explotan animales en una forma u otra. Por lo tanto, la violencia dirigida hacia los explotadores institucionales no tiene ningún sentido. Los explotadores institucionales de animales y fabricantes de productos animales no son el problema; el problema es el público, el cual demanda productos animales. Para que la explotación animal alguna vez se termine, debemos educar a la gente en un modo no violento, y cambiar el paradigma moral para alejarnos del tratamiento de los animales como propiedad.

Finalmente, los Comentarios de Enfoque Abolicionista se dedicarán a la importante relación entre derechos animales y derechos humanos, y explorarán porqué no deberíamos usar el sexismo, el racismo y otras formas de discriminación para promover los derechos animales.

En este primer Comentario, discuto si deberíamos promover el vegetarianismo como una “puerta de entrada” al veganismo. Concluyo que la respuesta es “no”.

El fundamento: si son vegetarianos, aún son cómplices del sufrimiento animal; aún son cómplices de la matanza de animales.

Si consideran a los animales como personas morales no humanas, ¿porqué serían cómplices del sufrimiento y muerte animal?

Espero que encuentren útiles este Comentario y nuestros futuros esfuerzos, para sus reflexiones acerca de la ética animal.

7 de agosto de 2009

Test de múltiples opciones







Acabo de recibir un anuncio del Seventh Annual World Congress on Alternatives and Animal Use in the Life Sciences [Séptimo Congreso Anual Mundial de Alternativas y Uso de animales en las Ciencias de la Vida], el cual tendrá lugar en Roma, Italia, entre el 30 de agosto y el 3 de septiembre de 2009.

Den un vistazo al anuncio. Y luego respondan la siguiente cuestión:

Esta conferencia:

A: es un gran evento porque ayudará a los animales,

B: es una gran excusa para los ejecutivos de las grandes organizaciones de bienestar animal para emplear el dinero donado en pasar un tiempo en Roma, durante una época particularmente agradable del año.

C: provee una convincente evidencia de la relación simbiótica que se ha desarrollado entre los explotadores institucionales de los animales y las corporaciones de bienestar animal.

D:provee grandes beneficios en las relaciones públicas de los explotadores institucionales de animales, los que pueden afirmar que están trabajando con HSUS, RSPCA, ASPCA, etc.

E: B, C y D son todas respuestas correctas.

Para la respuesta correcta, consulte a su sentido común.

2 de agosto de 2009

Es tiempo para un cambio



La posición del «bienestar animal» —la idea de que deberíamos tratar a los animales “humanitariamente”— se ha implementado por 200 años. No ha logrado nada. Ahora estamos usando a los animales de maneras más horribles que en ningún otro momento de la historia de la humanidad.

Los fundadores decimonónicos del bienestar animal se opusieron a la esclavitud humana pero jamás se opusieron a la condición de propiedad de los animales porque pensaban que, aunque los animales podían sufrir, ellos no tenían ningún interés en sus vidas. Es decir, a los animales no les importa que los usemos sino únicamente cómo los usamos. De acuerdo a los bienestaristas, los animales no tienen conciencia de sí mismos ni interés en continuar viviendo; sólo tienen interés en no tener una muerte dolorosa.

Así que los bienestaristas deciminónicos no defendieron la abolición de la esclavitud animal como sí defendieron la abolición de la esclavitud humana. En vez de esto, luchaban para que tengamos leyes que requieran un tratamiento “humanitario” de los animales. Lo que los bienestaristas no comprendieron, sin embargo, fue que, mientras los animales permanecieran como propiedad, el nivel de protección provisto por estas leyes permanecería necesariamente en un nivel muy bajo, porque cuesta dinero proteger los intereses de los animales. En términos generales, gastaremos más dinero para proteger esos intereses sólo cuando resultan en un beneficio económico para nosotros.

Nada ha cambiado.

Los bienestaristas del siglo XXI aún sostienen que los animales no tienen interés en sus propias vidas y que matarlos no suscita, en sí mismo, un problema moral. Peter Singer, el moderno proponente de la teoría bienestarista del siglo XIX, declara esto explícitamente. Este punto de vista de que los animales no tienen interés en continuar viviendo explica porqué PeTA no tiene ningún problema en matar el 90% de los animales que rescata. Para los bienestaristas, las muerte no es en sí misma un “daño.”

Y, para la mayoría, las regulaciones del bienestar animal sólo mejoran la eficiencia económica de la explotación animal. En otras palabras, protegemos los intereses de los animales sólo cuando conseguimos un beneficio económico. Las campañas de bienestar animal, tales como la campaña para la  matanza/aturdimiento de las aves bajo atmósfera controlada, o la eliminación de la jaula de gestación,  están basadas explícitamente en la eficiencia económica. Es decir, estas reformas son promovidas sobre la base de que mejoraremos la eficacia de la producción.

Después de 200 años de una doctrina que es especista —la vida animal no humana no tiene valor moral en sí misma— y de haber sido demostrado que es inútil en la práctica, es tiempo para un cambio.


El caso de la santería: Michael Vick, parte 2




Muchas personas se sienten muy descontentas por una reciente decisión de la Corte de Apelaciones de EE.UU. para el Fifth Ciurcuit, Merced v. Kasson, por la cual la Corte ordenó a los oficiales de la ciudad de Euless, Texas, que dejaran de hacer cumplir varias ordenanzas que impedían a los practicantes de la santería realizar sacrificios animales usando cabras, ovejas y otros animales, incluyendo patos, pollos y cobayas. Los practicantes de Santería ofrecen la sangre animal a las deidades y luego cocinan y consumen, al menos partes de algunos de los animales. La corte federal no decidió el caso bajo la Constitución federal sino bajo una ley estatal que garantiza la libertad religiosa —aunque la decisión probablemente habría sido la misma si la cuestión hubiera sido analizada bajo la Constitución federal.

La cuestión moral implicada en este caso es similar a la presentada en el caso de Michael Vick. Dado que hay diferencias, este caso es, de hecho, más fuerte que el de Vick. En Euless es explícitamente legal, para los individuos, matar “aves domesticadas consideradas como comida, tales como pollos o pavos.” En respuesta al argumento de que matar un animal más grande, como una cabra, puede presentar problemas de salud, la corte señaló que los animales de mayor tamaño, tales como los ciervos, pueden ser carneados y consumidos siempre y cuando ya estén muertos al llegar a la ciudad.

Así que, si matan “aves domesticadas” porque quieren comerlas, está bien. Si las matan porque quieren ofrecerlas a una deidad —y luego comerlas—, entonces no está bien. Si matan a un ciervo fuera de Euless y lo llevan a Euless para carnearlo, está bien. Si matan y carnean a una cabra en Euless como parte de una ceremonia religiosa, esto no está bien.

Esto, por supuesto, no tiene ningún sentido.

Por favor, no me interpreten mal. Como alguien que ha sido vegano a lo largo de 28 años y como alguien que abraza el principio de la no-violencia, ciertamente no apruebo los sacrificios de santería de igual manera que no apruebo las peleas de perros. Por cierto, en 1983, representé a la ASPCA en Nueva York, cuando fue demandada por un grupo local de practicantes de santería. Creo que fue el primer caso de santería llevado a juicio en EE.UU. La ASPCA ganó en primera instancia y defendí exitosamente esa decisión ante el Tribunal de Apelación de la Suprema Corte del Estado de Nueva York.

Pero para aquellas personas que no son veganas y que objetan los sacrificios de santería o peleas de perros, mi pregunta es: ¿“por qué”? Michael Vick disfrutó el estar sentado alrededor del reñidero de perros de su patio, mirando las peleas de perros; los no-veganos disfrutan sentándose alrededor de las parrillas de sus patios, asando el cuerpo de los animales que han sido tan torturados como lo han sido los perros de Vick. Los no-veganos de Euless, Texas, son consumidores de productos animales provenientes de seres sintientes que han sido criados y asesinados en condiciones de tortura, e incluso se les permite matar a sus propios pollos, pavos, y otras aves domesticadas.

Entonces, ¿qué es lo que los practicantes de santería están haciendo que sea diferente de cualquier otro no-vegano en Euless, Texas, o en cualquier otro lugar?

La respuesta es, por supuesto, nada.

Verdaderamente, la mayor justificación que tienen los no-veganos para infligir sufrimiento y muerte a 53 mil millones de animales cada año para comida —sin incluir a los peces y otros animales marinos— es que nos gusta su sabor. No necesitamos comer animales para estar óptimamente sanos y la agricultura animal es un desastre medioambiental. Los practicantes de santería creen que el sacrificio de animales es necesario por razones espirituales. En realidad, ellos tienen una mejor razón para la explotación animal que la que tienen la mayoría de los no-veganos.

Otra vez, por favor, no me malinterpreten. No estoy diciendo que los sacrificios de animales sean moralmente justificables o excusables; estoy simplemente diciendo que la justificación usada por los practicantes de santería es, a primera vista, más fuerte que la que aducen las personas no-veganas cuando les piden que justifiquen su consumo de productos animales.

Así que, para aquéllos de ustedes que no son veganos pero están molestos por Merced v. Kasson, pregúntense a sí mismos porqué están molestos. Pregúntense porqué piensan que su comportamiento es, en algún modo, más defendible que el de los practicantes de santería.

Y si son veganos y sus amigos o familiares les dicen que, aunque ellos no son veganos, están de acuerdo con ustedes en que los sacrificios de santería —o las peleas de perros— son terribles, usen el comentario como una oportunidad para tener una discusión sincera acerca de porqué ellos consideran que estas prácticas son terribles y cuáles son las diferencias que ven entre su propio comportamiento y el de los practicantes de santería.

La realidad es que la mayoría de las personas —o al menos muchas personas— están preocupadas por el sufrimiento y la muerte de los animales. Ellos sinceramente creen que las peleas de perros y las prácticas de santería son moralmente erróneas. Esto es precisamente la razón por la que las personas reaccionan de la manera en que lo hacen. Pero eso es precisamente el porqué yo creo que, si nos involucramos en una educación vegana creativa y no violenta, podemos convencer a muchas personas para que vean la confusión en su propio pensamiento acerca de la ética animal y se muevan hacia una dirección vegana.



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