29 de diciembre de 2010

La necesidad de la teoría



Muchos activistas parecen pensar que no necesitamos ninguna teoría. Sólo necesitamos actuar “por los animales”; y ya nos podremos preocupar por la teoría más adelante.

Este punto de vista está equivocado al menos en dos aspectos.

Primero, si no tenemos una teoría, ¿cómo vamos a elegir qué cosas deberíamos promover? Si quiero hacer algo hoy para ayudar a los animales, y no tengo una teoría, como la relativa a la condición moral de los animales y qué cosas debo hacer, ¿cómo voy a elegir lo que voy a hacer?

Si quiero pasar la tarde charlando con un grupo de personas respecto de la explotación animal, y no tengo una teoría, ¿cómo elegiré de qué hablar? ¿Cómo voy a elegir si argumentar que ellos no deben consumir ningún producto animal o que ellos deben consumir productos animales supuestamente “felices”?

La respuesta es muy clara: no podemos hacer una elección inteligente o informada si no tenemos ninguna teoría que guíe nuestra elección. Antes de hablar con la gente; antes de decidir qué activismo voy a seguir, tengo que tener en claro si la posición moral correcta es que debemos consumir huevos provenientes de gallinas “libres de jaulas”, o si es que no debemos consumir huevos en absoluto; tengo que tener en claro si la posición moral correcta es comer pollos que han sido gaseados en vez de electrocutados, o si es no comer pollo en absoluto.

Es interesante que la mayoría de aquéllos que afirman que ahora mismo no necesitamos una teoría para actuar “por los animales”, de hecho tienen una teoría: adoptan la teoría de que el tema no es que usamos a los animales no humanos sino cómo los usamos; de que es aceptable utilizar animales no humanos siempre y cuando los utilicemos de manera “humanitaria”. Así que estas personas afirman que no deberíamos molestarnos a nosotros mismos con las abstracciones de la teoría; simplemente deberíamos salir y promover los huevos provenientes de gallinas “libres de jaula” o pollos gaseados o lo que sea.

Pero su posición está fundamentada en una teoría.

Y esto me lleva a mi segundo punto.

A veces, algunas ideas son tan inherentes a nuestra cultura que ni siquiera somos conscientes de hasta qué punto modelan nuestra percepción de la realidad. Una de esas ideas es que los hombres son, como grupo, más valiosos que las mujeres y que las mujeres son más valiosas por su apariencia como proveedoras de servicios sexuales que por sus capacidades. Esta idea está tan arraigada a nuestra cultura, que muchos de nosotros ni siquiera somos conscientes de ella; vemos como “normal” el modo en que se representa a las mujeres culturalmente y no vemos esa representación como algo que refuerza el patriarcado.

Otra idea semejante es que a los animales no les importa si los utilizamos, sino que sólo les importa cómo los tratamos. Esa es una idea cuyo origen podemos rastrear históricamente en la misma fundación de la posición del bienestarismo animal que domina nuestro pensamiento acerca de la relación humano/nohumano, tal como el patriarcado domina nuestras ideas respecto del valor de las mujeres.

En el siglo XIX, los reformadores sociales progresistas tales como Jeremy Bentham, argumentaron que debíamos incluir a los animales no humanos en nuestra comunidad moral porque, aún cuando eran diferentes a los humanos en varios aspectos, ellos podían sufrir, al igual que los humanos, y que esto era suficiente para cimentar nuestras obligaciones morales hacia los animales. De acuerdo a Bentham, aunque un caballo adulto o un perro es más racional y más capaz de comunicarse que un niño-a humano, “la cuestión no es, ¿pueden razonar?, ni ¿pueden hablar? sino, ¿pueden sufrir?”. Pero esto no significaba que no podíamos utilizarlos y matarlos para propósitos humanos siempre y cuando los tratáramos bien. De acuerdo a Bentham, los animales no humanos viven en el presente y no son conscientes de lo que pierden cuando tomamos sus vidas. Si los matamos y comemos, “nosotros nos sentimos mejor por ello, y ellos no se sienten nunca peor. No tienen ninguna de esas prolongadas expectativas de desgracias futuras que nosotros tenemos.”

Si, como Bentham sostiene aparentemente, los animales no tienen, como cuestión de hecho, interés en continuar viviendo, y la muerte no es un daño para ellos, entonces nuestra matanza de animales no sería per se un problema moral siempre que tratemos y matemos a los animales “humanitariamente.”

Y eso es exactamente lo que la mayoría de nosotros piensa respecto de la cuestión del uso de los animales no humanos. El punto de vista de Bentham es explícitamente promovido por Peter Singer, e incluso el teórico partidario de los derechos Tom Regan sostiene que la muerte es un daño mayor para los humanos que para los no-humanos porque los últimos tienen menos oportunidades de satisfacción que las que tienen los primeros.

Sugiero que este punto de vista —que nuestro uso de los animales no humanos es aceptable moralmente si es “humanitario”— de una forma o de otra es asumido casi por cualquiera. Esto es, incluso aquellas personas que jamás han oído hablar de Jeremy Bentham o Peter Singer caen en esta visión teórica que está tan asumida que ninguno siquiera reconoce cuánto modela nuestra visión de la relación humano-animal.

Y, como el sexismo tan presente en nuestra cultura, es erróneo.

La postura teórica de que los animales no humanos no tienen interés en sus vidas, y de que no les importa si los usamos o matamos siempre que los hagamos “humanitariamente”, está basada en la noción de que tener interés en continuar viviendo requiere de un sentido de auto-consciencia que asociamos con los humanos normales.

Y como discuto en mi último libro, The Animal Rights Debate: Abolition or Regulation? y también en Introducción a los Derechos Animales, y en este blog, ésa es una posición especista, en el sentido en que privilegia arbitrariamente la auto-consciencia parecida a la humana.

Este punto de vista teórico respecto del menor valor de la vida animal es un gran problema teórico que está siempre presente. Nos guste la teoría o no, necesitamos asumir una teoría antes de emprender nuestro activismo. Si concordamos con Bentham y Singer y con la teoría dominante del bienestarismo animal, entonces promoveremos la reforma bienestarista; promoveremos los huevos provenientes de gallinas “libres de jaula”; promoveremos el consumo de pollos que han sido gaseados en vez de electrocutados; apoyaremos las etiquetas de la “carne/lácteos “felices”; promovemos el “flexitarianismo” y consideraremos al veganismo simplemente como un medio de reducir el sufrimiento.

Pero si no apoyamos este punto de vista, y si, en cambio, consideramos a todos los seres sintientes con igual valor para el propósito de no ser usados como un recurso, entonces promoveremos el veganismo como una base moral innegociable.

Y no podemos afirmar que aceptamos la igualdad pero apoyamos la reforma bienestarista por el hecho de que la gente va a seguir de todos modos consumiendo animales. Dejando de lado que si realmente creemos en la igualdad, promover la reforma bienestarista es similar a promover la esclavitud o la pedofilia “humanitaria”, el bienestar animal no funciona como cuestión de hecho. Los animales son mercancías; ellos son una propiedad. Cuesta dinero proteger sus intereses y el más “humanitario” de los tratos nunca llegará por encima del nivel que sería caracterizado como tortura si se tratara de seres humanos.

Como sea que lo intenten, no podrán evitar la teoría. Sólo pueden elegir una teoría de igualdad o elegir aceptar la teoría dominante del bienestar, que asume que la vida animal no humana es de menor valor moral.

Pero deben hacer una elección y su activismo necesariamente estará fundamentado por la elección que hagan.

Si no son veganos, háganse veganos. Es fácil; es mejor para su salud y para el planeta. Pero, lo más importante, es lo moralmente correcto para hacer.

9 de diciembre de 2010

El absurdo de la competición entre etiquetas “humanitarias”: HSUS vs. Perdue




A veces uno no sabe por dónde empezar.

Ésta es una de esas veces.

Aparentemente, la Humane Society of the United States (HSUS) entabló una demanda colectiva contra Perdue Farms:

«La Humane Society of the United States anunció la presentación de una demanda de acción colectiva contra el tercer mayor productor de aves de corral, Perdue Farms, sobre la presunta falsedad del aviso de la compañía, de productos de pollos como provenientes de granjas industriales de cría “humanitaria”.
El juicio –entablado por un miembro de HSUS en beneficio de los consumidores engañados− alega que Perdue está haciendo marketing ilegalmente de sus productos de pollos “Haverstland” y “Perdue”, con las etiquetas “Criados Humanitariamente”, en violación a la Ley de Fraude al Consumidor de Nueva Jersey. La demanda trata de lograr un juicio por jurados e indemnización por daños y perjuicios para los miembros de la acción colectiva, como así también una resolución judicial que impida a Perdue cualquier ulterior reclamo para el uso de la etiqueta “Criados Humanitariamente.”
“Las compañías como Perdue están explotando, en su propio beneficio, el dramático crecimiento de la exigencia de mejoras en el bienestar animal por parte de los consumidores,” dijo Jonathan Levvorn, vicepresidente y principal abogado de la Animal Protection Litigation para la HSUS. “En vez de implementar reformas humanitarias, Perdue simplemente estampó las etiquetas “Criados Humanitariamente” en sus productos de granjas industriales, suponiendo que los consumidores no notarán la diferencia.”
Los estándares sobre los que Perdue basó su título de “Criados humanitariamente” son los así llamados en la “Animal Welfare Guidelines” [Pautas de Bienestar Animal] del National Chicken Council (Consejo Nacional del Pollo) –el grupo para el comercio de la industria del pollo−. La demanda alega que esas pautas permiten un tratamiento que ningún consumidor razonable consideraría “humanitario.”
Temple Grandin, Ph. D., quien se encuentra entre los más destacados expertos de manejo y matanza de animales criados para comida del mundo, lo expresó sin rodeos en una publicación de la industria comercial:”El National Chicken Council Animal Welfare tiene un sistema de calificación tan laxo, que permite aceptar plantas o granjas con prácticas realmente malas.” En su libro Animals in Translation, Grandin explicó, “Las aves de corral hoy en día son criadas para que crezcan tan rápidamente que sus patas pueden colapsar bajo el peso de su inflado cuerpo. Es horrible.»
No tengo ninguna duda de que los pollos de Perdue no son tratados “humanitariamente”. No tengo ninguna duda en absoluto.


Pero claro, tampoco tengo ninguna de que los productos cárnicos, lácteos y los huevos de Whole Foods Animal Compassionate, que HSUS, PeTA y otras organizaciones apoyan, no son de animales que la mayoría de nosotros consideraríamos como tratados “humanitariamente”. De hecho, le pregunté explícitamente una docena de veces en Twitter a People for the ethical Treatment (PeTA) si PeTA considera los productos Animal Compassionate como producidos “humanitariamente” y PETA se rehusó a contestar.

Y tampoco tengo ninguna duda de que la carne, lácteos, huevos y otros productos vendidos con la etiqueta Certified Humane Raised and Handled, que es promovida por la Humane Farm Animal Care (HFAC), y su “socio” HSUS, no provienen de animales que la mayoría de nosotros consideraríamos como tratados “humanitariamente.”

Y tampoco tengo ninguna duda de que la carne, lácteos, huevos y otros productos vendidos con la etiqueta Humane Choice, promovida por la Humane Society International, una filial de la HSUS, no proviene de animales que la mayoría de nosotros consideraríamos como tratados “humanitariamente”.

Y tampoco tengo ninguna duda de que los huevos provenientes de gallinas libres de jaulas que la HSUS promueve en su campaña para la Proposición 2, que caracteriza como“socialmente responsable,” no provienen de animales que la mayoría de nosotros consideraríamos como tratados “humanitariamente.”

Así que veamos si estoy en lo correcto. HSUS está enjuiciando a Perdue porque HSUS piensa que Perdue no está tratando a sus pollos de un modo “humanitario”, pero HSUS en sí misma está auspiciando las etiquetas de explotación “feliz” para promover productos hechos de animales que son torturados pero en menor medida, al menos de acuerdo a HSUS. Según la HSUS, el uso de Perdue del término “humanitario” es engañoso porque sus prácticas concuerdan con un conjunto de pautas que no requieren tratamiento “humanitario” y, aunque la explotación “feliz” promovida por la HSUS no es tampoco “humanitaria”, su uso de “humanitario” no es engañoso porque la consultora de la industria de la carne, Temple Grandin así lo dijo.

Esto es parecido a enjuiciar al gobierno debido su afirmación de que el simulacro de ahogo no es “tortura” es engañosa y ustedes quieren que ellos pongan acolchados en las tablas usadas para este propósito, de manera de que sea una “mejor.”tortura.

La HSUS parece estar particularmente preocupada respecto de que Perdue no usa el método de matanza por atmósfera controlada (CAK) que HSUS y PeTA promueven. Sospecho que Perdue adoptará el CAK tarde o temprano porque hacerlo es económicamente eficiente para la empresa. Efectivamente, de acuerdo a un Reporte de la HSUS:
«El sistema CAK resulta en un ahorro de costos y en un aumento de los ingresos, al reducir la pérdida de calidad de las carcasas, la contaminación, y los costos de refrigeración; al aumentar el rendimiento de la carne, su calidad y su durabilidad en los puntos de venta; y al mejorar las condiciones del trabajador. Sin colgar a las aves vivas y sin aturdimiento eléctrico, el CAK resulta en menos huesos quebrados, y menos hematomas y hemorragias. La reducción en los defectos de las carcasas permite un deshuesado más eficiente y mejor calidad de carne deshuesada. El CAK demostró reducir los hematomas hasta un 94% y las fracturas de los huesos en un 80%. En la hipótesis conservadora de que el CAK sólo aumentara el rendimiento en un 1%, una planta procesadora de un millón de pollos por semana, con un promedio de peso de carcasa limpia de 4,5 libras y costando $0.80 la libra, aumentaría la renta anual en $1.87millones después de adoptar el CAK (referencias omitidas).»
El problema es que incluso si Perdue adopta el CAK, eso no significará que los pollos de Perdue serán tratados “humanitariamente” más de lo que una etiqueta aprobada por la HSUS de explotación “feliz” significa que aquellos animales fueron tratados “humanitariamente.”




Lo que pasará, sin embargo, es asegurar al público que está perfectamente bien consumir los productos de explotación “feliz” promovidos por la HSUS, incluso aunque aquellos productos provengan de animales que han sido torturados.

Y de esto es de lo que se trata este juicio –reasegurar al público que sus preocupaciones acerca de la explotación animal no necesitan que dejen de consumir animales−. Más bien, ellos pueden consumir libres de culpa y de forma moralmente aceptable siempre y cuando consuman animales con una etiqueta “feliz” de la HSUS en vez de una de Perdue.

Es una batalla entre etiquetas rivales de carne/lácteos/huevos “felices”.

Y de ningún lado se propone ninguna otra cosa que su punto de vista de la racionalidad económica. Las reglamentaciones del National Chicken Council Animal Welfare reflejan lo que una gran parte de la industria de los pollos considera como reglas que permitirán que los pollos sean explotados de un modo más eficiente. El procedimiento CAK promovido por la HSUS (y otras organizaciones, incluyendo PETA) es, de acuerdo al análisis de los "defensores de los animales", una práctica económicamente más eficiente. En otras palabras, para usar la analogía que hice arriba, HSUS está argumentando a favor de las tablas acolchadas, porque eso resultará en una mejor obtención de información de los detenidos tanto como un aumento incidental y muy marginal en la comodidad, y Perdue piensa que las tablas sin acolchado simplemente están bien.

Me disculpo pero considero que esto está más allá del absurdo.

Dejemos en claro: los animales tratados del modo más “humanitario” son sujetos de un tratamiento que cualquiera describiría como tortura si involucrara a humanos. No hay nada“humanitario” en la “más feliz” de las carnes, lácteos o huevos “felices.”

Este juicio es acerca de substituir una etiqueta engañosa por otra. Nada más.

De acuerdo con el CEO de HSUS, Wayne Pacelle:
"El tratamiento humanitario de los animales significa algo. Y estaremos ahí para observar con atención a las compañías que falseen su conducta y tomen ventaja de los consumidores que ponen su fe en la ley y en la integridad de las compañías que hacen lo que dicen."
Esta declaración es impresionante en muchos aspectos. Estuve en contacto con Wayne Pacelle por muchos años y me agrada, y estoy seguro que él piensa que está haciendo lo correcto aquí. Pero sinceramente no puedo entenderlo. Los derechos de los animales no son una cuestión de cómo convencer mejor a los consumidores acerca de que la explotación animal es moralmente justificable; es acerca de convencer a las personas, a través de la educación no violenta, que la explotación animal, aunque sea engañosamente descripta como “humanitaria”, no es moralmente justificable.

Noto que Philip Lymbery de Compassion in World Farming (CIWF) publicó un twitter con lo siguiente:
El juicio de Perdue Farms por una etiqueta de aves de corral “Criadas Humanitariamente” Bloomberg: http://dld.bz/8Ktz – La falsa publicidad del bienestar animal es inaceptable."
De manera que CIWF se opone a la “falsa publicidad de bienestar animal.” Pero CIWF da “Good Egg Awards” a las compañías como McDonald’s y las premia por usar huevos provenientes de gallinas “libres de jaulas.” CIWF tiene un programa explícito de asociación con explotadores institucionales llamado Food Business Team, en el que CIWF “se involucra con las compañías líderes de Europa, inspirando el progreso a través de premios prestigiosos y apoyando sus productos.” CIWF está, en efecto, sirviendo como una firma de relaciones públicas para apoyar el uso de animales por parte de corporaciones como McDonald’s y Unilever. Y estas corporaciones devuelven el favor y premian a CIWF. En declaraciones publicadas en el sitio web de CIWF, Mc Donald’s reconoce la “relación verdaderamente productiva” que tiene con CIWF y Unilever declara: “La asociación ha sido desafiante y constructiva y finalmente ayudó a alcanzar los objetivos de ambas organizaciones y por supuesto el objetivo de la filial de mejorar la calidad de ingredientes.”

Entonces, parece que CIWF se opone a la falsa publicidad de bienestar animal”, pero solamente cuando no es CIWF la que está haciendo esa publicidad.

De nuevo, estoy seguro de que Mr.Lymbery, a quien no conozco personalmente, piensa que todo esto tiene sentido. Esto no tiene sentido para mí.

Si no son veganos, háganse veganos. Es fácil, es mejor para su salud y para el planeta. Pero, lo más importante, es lo moralmente correcto que debemos hacer.

Odio decirlo, pero Sarah Palin está en lo correcto: una respuesta a Aaron Sorkin




A la atención de Aaron Sorkin; The Huffington Post

   Estimado señor Sorkin:

En un reciente blog publicado en The Huffington Post, usted criticó a Sarah Palin, a quien cita declarando lo siguiente, en respuesta a las críticas por su caza y matanza de un caribú, en su programa de televisión:
«A menos que usted nunca haya usado zapatos de cuero, sentado en una silla de cuero o comido carne, ahórrese su condena.»
Usted reconoce que come productos animales y que tiene zapatos y muebles hechos con cuero, pero afirma ser capaz de distinguirse de la señora Palin. Le dice:
«Usted no estaba matando aquel animal para comida o abrigo o ni siquiera por moda, lo estaba matando por diversión. Usted disfruta matando animales. Yo puedo hacer una distinción entre nosotros dos, pero por más que lo intente, no puedo hacer una diferencia entre lo que a usted le pagan por hacer y aquello por lo que Michael Vick fue a prisión. Soy capaz de hacer la distinción sin ninguna pizca de hipocresía incluso aún cuando me ponga feliz cada vez que uno de los tontos falsos machos de su grupo le dispara accidentalmente a otro de ustedes en la cara.»
Lo siento, señor Sorkin. No puedo pensar en una sola cosa que Sarah Palin alguna vez haya dicho con la cual yo concuerde. Jamás concordé con ella. Realmente. Nunca. Pero, en cuanto a esto, ella está totalmente acertada y usted completamente equivocado.

Usted objeta que ella mate al caribú porque era innecesario; ella lo hizo porque lo disfruta. 

¿Y porqué usted come carne y productos animales?

Esa es una pregunta retórica. Sólo hay una respuesta: porque usted lo disfruta.

No está involucrada ninguna necesidad. Usted no necesita comer productos animales para vivir una vida óptimamente sana. De hecho, la corriente principal de terapeutas dedicados a la salud nos está diciendo sistemáticamente que los productos animales son dañinos para nuestra salud de una u otra manera. Pero usted no precisa estar de acuerdo con ellos para concordar con el simple e indisputable hecho de que no necesitamos comer productos animales para gozar de una vida sana. Es una cuestión de preferencia del paladar y nada más.

Y la cría de animales para comida es un desastre medioambiental.

La mejor —verdaderamente, la única— justificación que tenemos para infligir sufrimiento y muerte a 56 mil millones de animales anualmente, sin contar a los peces, es que tienen un buen sabor. Y no importa si usted come productos animales convencionales o la carne y productos animales “felices” promovidos por varios grupos de bienestar animal en su intento de hacer que el público se sienta mejor respecto de consumir animales. Todos los animales que usamos para comida, incluyendo los criados y matados de manera más “humanitaria”, son tratados y matados de un modo en que, si fueran humanos los involucrados, sería, sin ninguna duda, caracterizado como un caso de tortura.

El hecho de que usted le pague a alguien más para hacer el trabajo sucio es moralmente irrelevante. Yo enseño Derecho Penal. Si usted le paga a alguien para matar a otro ser humano, trate de decirle al juez que el asesino, de hecho, disfruta del acto de matar pero que usted le paga sólo por eso. El juez le va a decir que ambos son culpables de asesinato. Ambos son igualmente culpables.

No me voy a molestar en comentar acerca de los zapatos y los muebles. De nuevo, aquellas elecciones no reflejan nada que tenga más peso moral que la moda, y la moda no tiene ningún peso moral en absoluto.

En cuanto a Michael Vick, como argumenté; resulta que a Vick aparentemente le gustaba sentarse alrededor del reñidero de perros; el resto de nosotros disfruta sentándose alrededor de la pariilla donde se asan los cuerpos de los animales que, en la mejor de las circunstancias, han tenido una vida y una muerte peores que los perros de Vick. Criticar a Vick por sus actos moralmente injustificables, mientras nos involucramos en una conducta que no es moralmente diferente, no es nada más que hipocresía.

Perdón, señor Sorkin, como un  activista de políticas progresistas que encuentra objetable a Sarah Palin en tantos aspectos que es difícil de enumerar, encuentro que en esto ella está acertada. Usted no tiene legitimación moral para criticar lo que ella hace.

Le preguntaría si usted consideraría hacerse vegano. Es fácil. Es mejor para su salud y para el planeta. Pero, lo más importante, es lo moralmente correcto para hacer.

Sinceramente,

Gary L. Francione

Profesor, Rutgers University School of Law–Newark



28 de noviembre de 2010

Veganismo en un poema árabe medieval




Un lector me envió el siguiente texto, escrito por el poeta árabe medieval Abu ‘L’Ala Ahmad ibn ‘Abdallah al-Ma’arri, conocido como Al-Ma’arri. Nació en el año 973 y murió en el 1057.

Ya no le robo a la naturaleza 
Estás enfermo en entendimiento y religión.
Ven a mí, puede que escuches alguna verdad profunda.
No comas injustamente los peces que el agua ha entregado,
y no desees como comida al cuerpo de animales matados,
O la blanca leche de las madres que intentaron dar sus nobles tragos
a sus bebés, no las nobles damas.
Y no aflijas a las confiadas aves tomando sus huevos;
pues la injusticia es el peor de los crímenes.
Y prescinde de la miel que laboriosamente extraen las abejas
de las flores de plantas perfumadas;
porque ellas no la guardan para que pueda pertenecer a otros,
ni la comparten para que sirvan de recompensa o regalos.
Lavé mis manos de todo esto; y ojalá
hubiera percibido mi camino antes
de ver mi pelo encanecer.  
Al-Ma’arri
Agradezco a la persona que lo envió, y lo comparto con ustedes porque me parece de lo más inspirador.

27 de noviembre de 2010

Peter Singer y yo concordamos en cuanto a una cosa: la noviolencia





Recientemente, Peter Singer publicó el siguiente tuit en respuesta al recibo, por parte de un vivisector de la UCLA , de hojas de afeitar supuestamente infectadas con sangre contaminada:
«!Uf!… ¿cómo esto va a ayudar a los animales? Todo lo que hace es dar la peor imagen posible al movimiento por los animales.»
Concuerdo con Singer en que una violencia como ésta da una imagen negativa al movimiento animalista y pienso que el problema es más complicado que tan solo la imagen pública. Dejando de lado cualquier problema moral general con la violencia, la travesura de UCLA simplemente no tiene sentido. Sin duda, el vivisector de UCLA está explotando injustificadamente a los animales. Pero así es con cualquier persona que use animales, incluyendo aquéllas que consumen productos animales.

No hay realmente ningún modo basado en principios para distinguir a aquéllos que se involucran en la vivisección y los que consumen cualquier tipo de carne, lácteos y otros productos animales, incluyendo animales “felices”. Aquellos que promueven la violencia, ¿están dispuestos a considerar a sus abuelos, que cocinan un pavo para el "Día de Acción de Gracias", como un objetivo apropiado de violencia? ¿Están ellos dispuestos a tratar a sus familiares o amigos que comen helados o beben leche o consumen cualquier producto animal, como “la escoria abusadora de animales” que es el objetivo legitimado de la violencia? No, por supuesto que no.

La única manera en que el problema de la explotación animal será resuelta es cambiando el paradigma de propiedad por el de personalidad, y eso no pasará —no encontraremos jamás nuestra brújula moral aquí— mientras consumamos productos animales. Ciertamente nunca va a suceder como resultado de la violencia.

Si el pensamiento social y el público demandan que el uso de los animales permanezca, nada cambiará. Si cierran diez mataderos hoy y la demanda permanece igual, diez más abrirán mañana o diez mataderos existentes expandirán su capacidad de producción. Para más respecto de este asunto ver: 1, 2, 3, 4, 5, y escuchen mi comentario acerca del tema. También discuto este asunto en mi nuevo libro, "The Animal Rights Debate: Abolition or Regulation?", el cual fue publicado en noviembre de 2010 por la Columbia University Press.

Entonces, aunque Singer y yo discrepemos en cuanto a casi toda otra cuestión dentro de la ética animal, estoy contento porque concordamos en esta importante cuestión de la violencia en la defensa animal. Espero sinceramente que Singer no sea sujeto de amenazas y ataques difamatorios tales como aquéllos que me alcanzaron a mí porque insistí abiertamente en mi condena a la violencia.

El movimiento por los derechos animales cobra sentido sólo como un movimiento de paz y no violencia. Gandhi dijo:



Si queremos ver un mundo en el que no haya violencia contra los más vulnerables, debemos nosotros mismos convertirnos en no violentos y presentar nuestros puntos de vista de manera no-violenta. La no-violencia empieza con nuestro propio veganismo y nuestro uso de la educación creativa y no-violenta para educar a otros acerca del veganismo.

Si no son veganos, háganse veganos. Es fácil; es mejor para su salud y para el planeta. Pero, lo más importante, es lo moralmente correcto para hacer. Veganismo es no-violencia en acción.

Si son veganos, entonces usen todo el tiempo que puedan para involucrarse en la educación creativa y no-violenta.

11 de noviembre de 2010

Pederastia “humanitaria” y “compasiva”



Durante muchos años estuve argumentando que, si la explotación animal no puede ser justificada moralmente —y pienso que no puede serlo— entonces debemos, como cuestión individual, detener nuestra participación directa en la explotación animal haciéndonos veganos, y debemos, como cuestión cultural, defender la abolición, y no la regulación, de la explotación animal. 

Argumenté, por ejemplo, que habiendo juzgado que la pederastia es moralmente errónea, no debemos, incluso ante la generalización del abuso infantil en nuestra sociedad, defender una pederastia “humanitaria”. De manera similar, no debemos defender una explotación animal “humanitaria. 


Si la explotación animal es moralmente injustificable, debemos decirlo, y debemos decirlo claramente. También argumenté que, como una cuestión práctica, la reforma bienestarista no funciona y que, de hecho, es contraproducente.

Así que fue con interés considerable que leí respecto de la reacción pública ante el aviso de Amazon.com, de un e-book, “The Pedophile’s Guide to Love and Pleasure: A Child-Lover’s Code of Conduct,” cuyo autor lo describe como un “intento de hacer más seguras las situaciones de pederastia para aquellos menores que se encuentran a sí mismos involucrados en ellas, estableciendo ciertas [sic] reglas para que sigan estos adultos.” CNN dice:
«Un –book en venta en Amazon.com, que parece defender la pedofilia, ha desencadenado cientos de furiosos comentarios y amenazas de boicot al vendedor en línea, si no procede a quitar ese título. 
Cerca de 1.700 usuarios que habían comentado en el título a partir de las 9:40 p.m. ET deploraron su publicación y juraron boicotear a Amazon hasta que elimine del sitio su auto-publicado título. Al menos dos páginas se abrieron en Facebook para destinarlas al boicot a Amazon a causa este libro.»
Aparentemente, Amazon.com detuvo la venta del libro, teniendo en cuenta la indignación pública.

La reacción a este libro prueba mi argumento: incluso aunque todos sabemos que la pedofilia prolifera en la sociedad, e incluso aunque promover la pederastia “humanitaria” puede conducir a la reducción del sufrimiento de los niños que son abusados de este modo, nadie que piense que la pedofilia es moralmente incorrecta piensa que debemos luchar por una pederastia “humanitaria” o “compasiva.”

Similarmente, aquellos que creen que la explotación animal es moralmente errónea, no deben hacer campañas por una explotación “feliz” o “compasiva” o promover las etiquetas de carne “feliz”. 

El mensaje debería ser claro: no podemos justificar el uso de los animales, aunque sea “humanitario.” 


La realidad, por supuesto, es que el más “humanitario” de los usos de animales aún involucra lo que consideraríamos tortura si se tratara de seres humanos. Pero ningún uso animal, incluso “humanitario” o “compasivo”, puede ser justificado, así como ninguna pederastia, incluso “humanitaria” o “compasiva”, puede ser justificada.

Hasta que los defensores de los animales reaccionen con tanta indignación a la promoción de la explotación animal “feliz” como todos reaccionamos ante la promoción de la pederastia “feliz”, no habrá ningún movimiento real por los derechos animales.

Si no son veganos, háganse veganos. Es muy fácil, mejor para su salud y para el planeta. Y lo más importante, es lo moralmente correcto y justo para hacer.

Si son veganos, entonces eduquen a otros acerca del veganismo de manera creativa y no-violenta.



25 de octubre de 2010

La cara amistosa de la tortura, la muerte y la explotación animal




Si preguntan si la reforma de bienestar animal se hace en el interés de la industria, no miren más allá del artículo del 21 de octubre de 2010 del New York Times acerca del aturdimiento en atmósfera controlada de las aves de corral, el cual, como argumenté en un artículo aquí, en el 2008, es promovido por PeTA y la diseñadora de mataderos Temple Grandin, ganadora del premio PeTA.

Del artículo del New York Times:
«Cuando agarran un pollo, lo ponen boca abajo y lo colocan en la línea de producción, es estrés, estrés, estrés,” dijo Scott Sechler, el dueño de Bell & Evans. “Nuestro sistema está diseñado de manera que los ponemos a dormir sin estrés y los matamos sin estrés.
……
Anglia Autoflow, la compañía que está construyendo el sistema de las dos procesadoras que deja inconscientes  a los pollos, denomina al proceso “matanza en atmósfera controlada,” pero Mr. Pitman (el dueño de Mary’s Chickens] dijo que su compañía estaba considerando la frase “aturdimiento por sedación” para usar en sus paquetes. También en la preselección: “matados humanitariamente,” ”procesados humanitariamente” o “manejados humanitariamente.”
El truco, dijo, es comunicar el objetivo del nuevo sistema, que es asegurar que las aves “no tengan ningún dolor o molestia extra en los últimos pocos minutos de sus vidas.”
……. 
Mr. Sechler dijo que el sistema estaba diseñado para poner a dormir a las aves con delicadeza, del mismo modo en que una persona cae bajo los efectos de la anestesia antes de la cirugía.
Para suscitar esa imagen, él quiere poner las palabras “anestesia de inducción lenta” en sus paquetes y avisos, los cuales ya le dicen a sus clientes que las aves son criadas en espacios amplios, con luz natural, y reciben comida libre de antibióticos o productos animales. Los clientes que quieran saber más podrán ir al sitio web de la compañía.
Mr. Sechler dijo que el sistema que elige, después de años de investigación, es mejor que el sistema similar de aturdimiento con gas usado en Europa. Aquellos sistemas, dijo, con frecuencia privan a las aves de oxígeno demasiado rápido, lo cual puede causarles sufrimiento. Están además diseñados para matar a las aves, en vez de simplemente ponerlas inconscientes, algo con lo que Mr. Sechler no se siente cómodo.
 “No quiero que el público diga que gaseamos a nuestros pollos,” dijo él.»
Y, por supuesto, un mejor trato significa mejor carne:
«Mr. Sechler y otros que promueven el nuevo sistema dijeron que esperan que la carne sea de más alta calidad, porque las aves enfrentan menos estrés, y también porque habría menos moretones y alas quebradas cuando mueren.»
PeTA, que promueve el gaseado de los pollos, también sostiene que el gaseado es en el interés económico de los productores. En su "Análisis de la matanza en atmósfera controlada vs. Inmovilización eléctrica desde un punto de vista económico", PeTA defiende el gaseado de las aves de corral, sosteniendo que el método de aturdimiento eléctrico de matanza “baja la calidad del producto y la producción”, porque las aves sufren de huesos quebrados y el proceso resulta en una contaminación peligrosa para la salud humana. El método de aturdimiento eléctrico, además, “incrementa los costos laborales” en varios modos. PeTA argumenta que el gaseado “incrementa la calidad del producto y la producción” porque los huesos quebrados, los moretones y las hemorragias son supuestamente eliminados, la contaminación es reducida, “la duración de la carne” se incrementa, y  se obtiene “carne de pechuga más tierna.” PeTA también afirma que el gaseado “baja los costos laborales”, reduciendo la necesidad de ciertas inspecciones, reduciendo los accidentes, y bajando la rotación de los empleados. Gasear provee de “otros beneficios económicos” a la industria de producción de aves de corral, al permitir a los productores ahorrar dinero en costos energéticos y al reducir los productos de descarte y la necesidad de usar agua.

Esta clase de campaña no está logrando nada, excepto hacer que el público se sienta mejor acerca de la explotación animal. Verdaderamente, los grandes grupos de bienestar animal se han convertido en socios activos de la explotación animal, ayudando a la industria a poner un pequeño y sonriente rostro feliz a la muerte, tortura y explotación, mientras al mismo tiempo, ayuda a la industria a hacer a la explotación económicamente más eficiente y lucrativa.

Esta explotación “feliz” sin sentido representa un paso hacia atrás. Las personas jamás se harán veganas si creen que pueden explotar moralmente. Y ése es exactamente el mensaje que el movimiento de la explotación “feliz” está tratando de encauzar: podemos continuar explotando animales y permitirnos a nosotros mismos los productos animales, siempre y cuando los animales sean tratados “humanitariamente.” Como Peter Singer ha establecido:
«Para evitar infligir sufrimiento a los animales –sin mencionar el costo medioambiental o la producción animal intensiva− necesitamos cortar drásticamente los productos animales que consumimos. Pero, ¿significa eso un mundo vegano? Ésa es una solución, pero no necesariamente la única. Si infligir sufrimiento es lo que nos preocupa, en vez de la matanza, entonces podemos también imaginar un mundo en el cual las personas coman mayormente comida vegetal, pero ocasionalmente se permitan a sí mismos el lujo de huevos provenientes de gallinas criadas a campo libre, o posiblemente incluso la carne de animales que vivieron buenas vidas bajo condiciones naturales de acuerdo a su especie, y que son luego matados humanitariamente en la granja.» The Vegan, otoño de 2006
El movimiento de la explotación “feliz” representa la promesa de la explotación “compasiva”, de modo que podemos darnos el gusto del “lujo” de la explotación animal.

Ése es un “lujo” que los animales no pueden afrontar.

No hay tal cosa como explotación “humanitaria” e incluso si la hubiera, seguiría significando la matanza injustificable de seres no humanos sintientes. Singer y su movimiento de explotación “feliz” no están molestos con matar, porque no creen que los animales tengan interés en continuar viviendo, como discutí en otros ensayos, incluyendo estos: 1, 2, así como en mi nuevo libro, «The Animal Rights Debate: Abolition or Regulation?» en el que discuto el movimiento de la explotación “feliz” con el profesor Robert Garner.

Si se oponen a la explotación animal; si consideran a los animales como miembros de la comunidad moral; si rechazan la ideas de que los no humanos son sólo cosas que existen como recursos para los humanos, tiene una opción: hacerse veganos. Es fácil, mejor para su salud y para el planeta, y, lo más importante, es lo correcto y justo para hacer. Es lo que le debemos a los otros animales. Si no son veganos, entonces están participando directamente en la explotación animal. No se libran de culpa comiendo pollos gaseados. 

Si son veganos, entonces eduquen a otros acerca del veganismo de maneras creativas y no violentas.


24 de octubre de 2010

Mary Bale, Michael Vick, y la esquizofrenia moral




Mary Bale tiró un gato en un contenedor de basura, donde el desafortunado animal estuvo atrapado durante aproximadamente 15 horas antes de ser liberado. Su insensible acto fue capturado en video y fue difundido en YouTube. Una noticia describió la reacción del público de esta manera:

«El  caso “gato basurero mujer” de Conventry fue vilipendiado en todo el mundo, recibiendo llamadas telefónicas abusivas y amenazas de muerte desde tan lejos como Australia, después de lo que ella describió como un “una fracción de segundo de equivocación” –fracción de segundo que fue captada en CCTV y subido a YouTube.

Miles de personas firmaron páginas de Facebook afirmando “Mary Bale es peor que Hitler” y haciendo un llamamiento por la “pena de muerte para Mary Bale”, así como también ella atrajo los titulares de los diarios”»

Bale fue acusada por la RSPCA de causar sufrimiento innecesario a un animal y fue multada con 250 libras, pero se le obligó también a pagar un recargo y costos, un total de 1,436.04 libras.

Piensen acerca de esto.

La RSPCA, que activamente solicita e impulsa al público a infligir sufrimiento innecesario y muerte a los animales a través de su programa “Freedom Food” [1, 2], enjuició a Bale por causar sufrimiento innecesario al gato.

El público, la mayoría consumidores de productos animales, y que por consiguiente sostiene y participa de conductas que no son de ningún modo moralmente distinguibles de lo que Mary Bale hizo, condenó a Mary Bale.

Esta situación es muy similar a la que involucró al jugador de fútbol norteamericano Michael Vick. Vick  fue encontrado culpable de peleas de perros. Cumplió una condena en prisión por su horrible crimen y es aún vilipendiado por mucha gente. Parece que a Vick le gustaba sentarse alrededor del reñidero a mirar a los perros desgarrándose entre sí; la mayoría de las personas que vilipendiaran a Vick disfrutan sentándose alrededor de una parrilla donde se asan los cuerpos de los animales que son torturados tan miserablemente como los perros de Vick. Y ambos, los perros de Vick y los animales que los humanos comen sufren y mueren por una sola y misma razón: el placer humano.

Tanto como el caso de Bale como el de Vick son ejemplos impresionantes de esquizofrenia moral.

Como un amigo mío dijo, “Si no experimentamos ningún horror y conmoción cuando pasamos por un McDonald’s, ¿cuál es el problema con Mary Bale tirando su propiedad en un contenedor de basura?”

Y así como nadie propondría que las peleas de perros 'humanitarias' serían aceptables, es absurdo sugerir que la explotación 'feliz' de los animales usados para comida es moralmente aceptable.

Hay una cura sencilla para la esquizofrenia moral: hacerse veganos. Es fácil, mejor para su salud y para el planeta y, lo más importante, es lo moral y justo para hacer. Es lo que le debemos a los otros animales.

Si son veganos, entonces eduquen a otros acerca del veganismo de manera creativa y no violenta.


15 de octubre de 2010

!Un sueño bienestarista hecho realidad!





Imaginen que quieren encontrar una campaña de un solo tema que les permita recaudar fondos infinitamente, 24 horas por día, siete días por semana, de manera que ustedes —y, más importante, sus donantes— puedan “ayudar a los animales.”

Imaginen que esta campaña no requerirá que nadie cambie su comportamiento hacia los animales. Pueden continuar comiendo carne, bebiendo leche y usando lana o cuero, asistiendo al circo local y pasando la tarde en el hipódromo participando de las carreras de caballos mientras que, al mismo tiempo, pueden sentirse bien por ser personas “compasivas.”

Imaginen una campaña que esté definiendo “abuso de animales” tan estrechamente que simplemente ningún donante potencial, no importa cuánta carne, leche, huevos, queso, manteca, helado o lo que sea que consuman, o cualquiera sea la forma de explotación legalizada en la cual ellos participen, se considerará involucrada en el “abuso de animales.”

Todo lo que alguien tiene que hacer es apoyar un gesto completamente sin sentido —con una donación, por supuesto.

No busquen más: tengo la campaña para ustedes: la campaña de los registros de abusadores de animales.

Suffolk County, situado en la mitad oriental de Long Island, ha creado esta semana el primer registro de abusadores de animales de la nación. Esta ley requerirá que las personas condenadas por crueldad hacia los animales se registren con las autoridades o enfrenten cárcel y multas. La ley de Suffolk tiene como modelos a  las “Megan’s Laws,” que crean registros de abusadores de niños.

Así que ahora estaremos en condiciones de identificar a los “abusadores de animales,” al menos en una parte de Long Island.

Pero esperen.

¿Los supermercados que en Suffolk County venden partes de los cuerpos de animales y productos de origen animale estarán en el registro? Bien, no, porque la venta de partes de animales y de productos animales es perfectamente legal. Esto no es “abuso de animales.”

¿Y los residentes de Suffolk County que consumen productos animales —todos aquellos de nosotros que creamos la demanda de productos animales en primer lugar— estarán en el registro? Oh, no, por supuesto que no. Consumir animales no es una violación de la ley anticrueldad.

Así que ¿a quiénes apunta esta ley?

Bueno, de acuerdo con la noticia enlazada arriba, había una mujer que torturaba a los gatos:
«La ley fue impulsada por un número de casos de abuso animal en los últimos meses, incluyendo el de una mujer de Selden acusada de forzar a sus hijos a observarla torturar y matar gatos bebés y docenas de perros, y luego enterrar a las mascotas en el patio de atrás.»
Nos debería quedar claro a esta altura cuál el problema aquí. Definiendo el “abuso animal” como el comportamiento raro, patológico que infringe las leyes anticrueldad —y que probablemente suma menos que una millonésima parte del uno por ciento del uso de los animales— dejamos en paz a lo que se considera “normal.” Reforzamos la noción de que el uso no es abuso, de que el abuso sólo ocurre como una excepción a la regla, en vez de ser la regla de cada segundo de cada día. Más aún, esta ley también se aplicará a la mayor parte de las situaciones que involucren los animales que hemos fetichizado: perros, gatos, etc. Ustedes saben, los que amamos y consideramos como miembros de nuestras familias mientras clavamos los tenedores en todos los otros.

En suma, este es un gesto sin importancia que servirá sólo para reforzar la noción de que está bien explotar animales siempre y cuando no “abusemos” de ellos. De hecho, esto declara que nuestro uso “normal” de los animales no es abuso.

También debería quedar claro por qué este tipo de campaña es un sueño bienestarista hecho realidad: es una campaña que más o menos todos pueden apoyar y que hará que las personas se sientan auto-justificadas. Sólo las “malas” personas son abusadores de animales y ellos están en el registro criminal; el resto de nosotros somos personas “compasivas.”

Puedo asegurarles que esa campaña será un gran negocio para el bienestar animal. De hecho, si ustedes quieren saltar a este bote, mejor apúrense; ya está zarpando:
«Los activistas por el bienestar animal esperan que la ley, promulgada unánimemente el martes en un condado de 1,5 millón de personas situado en los suburbios de la ciudad de Nueva York, inspirará a los gobiernos de toda la nación, del mismo modo que han proliferado los registros Megan’s Law para abusadores de niños en la década pasada.»
«Más de doce estados introdujeron legislación para establecer registros similares, pero Suffolk County es la primera entidad gubernamental que promulga una ley así, dijo Stephan Otto, director de asuntos legislativos de la Animal Legal Defense Fund.»
PeTA ya declaró su apoyo entusiasta por el registro. ¿Cree PeTA que Temple Grandin, la diseñadora de mataderos y consultora de la industria de la carne debería estar en la lista? ¿Es ella una “abusadora de animales”? No; PeTA le dio un premio a Grandin.

¿Y qué sucede con Whole Foods, que vende carne “feliz” y otros productos animales provenientes de animales que han sido torturados? No, porque PeTA —junto con la mayoría de otras grandes corporaciones bienestaristas— apoya los productos animales “felices” vendidos por Whole Foods.

¿Y qué sucede con las organizaciones animalistas que tienen enormes presupuestos pero que matan animales en vez de tener un programa de adopción? ¿No son “abusadores”? No, PeTA mata al 90% de los animales que ingresa en sus instalaciones, así que no puede constituir abuso, ¿no?

¿Qué sucede respecto de las personas que consumen productos animales? ¿PeTA los considera “abusadores de animales”? Esto sería un poco embarazoso, dado que la mitad de los miembros de PeTA, según el vicepresidente Senior de PeTA Dan Mathews, no es siquiera vegetariana.

Esto prueba mi argumento de que la idea del registro de abusadores es simplemente un intento de definir “abuso” como el incidente patológico de torturar gatos bebés y perros en un patio trasero. Pero eso es extremadamente inusual. Lo que constituye el verdadero abuso es la explotación diaria de la gente común, incluyendo la explotación perpetrada, facilitada y aprobada por las empresas de bienestar animal.

Hay 50 estados y Washington, D.C., varios territorios, y centenar de miles de municipios, ciudades, pueblos, etc. Esta es una campaña que tiene el potencial de seguir por décadas y tendrá un casi ilimitado tiempo de vida para el propósito de captar donaciones. Puedo ya ver Caminatas para el Registro, guiadas por varias celebridades, permitiendo a cada mujer, hombre y niño que compre las entradas fuera de la clase de los “abusadores de animales” haciendo una donación para asegurar que los verdaderos“abusadores de animales” entre nosotros estemos en algún registro criminal, mientras el resto de nosotros continúa sintiéndose en paz con su conciencia. Estoy seguro de que ya hay planes para realizar eventos mediáticos con mujeres desnudas, usando sólo piezas de papel con los nombres de los condenados en el registro. Oh, los sacrificios que algunos harán “por los animales.”

¿Y qué respecto de la mujer de Long Island que torturó a los gatos bebés y a los perros? ¿No es una buena idea que nosotros tengamos un registro para identificar a personas como ésa?

Dado que el registro puede proveer información a los refugios que ayudarán a identificar peligros para futuras adopciones, todo bien. Pero en un sentido fundamental, la mujer que hizo aquellos terribles actos no es diferente de cualquiera que consume productos animales.

Vean, esa persona torturó gatos bebés y perros porque ella obtuvo algún placer o satisfacción al hacerlo. ¿Está mal eso? Con toda seguridad. Pero, ¿en qué es realmente diferente lo que ella hizo de lo que hace el resto de las personas? La mayoría de nosotros comemos productos animales y los animales de donde aquellos productos provienen fueron tan torturados como los gatos bebés y los perros del caso de Long Island. Pero ella es una criminal y el resto de nosotros, que apoyamos el registro y engaños similares, somos “compasivos.” Claro.

Varios años atrás [2007] hice la observación de que Michael Vick, quien cumplió una condena por peleas de perros, realmente no era diferente del resto de nosotros. A él le gustaba sentarse alrededor del reñidero, a mirar pelear a los perros; al resto de nosotros nos gusta sentarnos alrededor de la parrilla veraniega donde se asan los cuerpos de los animales que han sido torturados tanto —sino más— que los perros de Vick. La única diferencia es que la mayoría pagamos a otros para hacer el trabajo sucio. Pero disfrutamos consumiendo los productos de la explotación tanto como Vick disfrutó con lo que hizo.

Todo esto es esquizofrenia moral.


5 de octubre de 2010

Activismo Efectivo por los Derechos Animales —En Tres Sencillos Pasos




¿Quieres ser un activista efectivo por los derechos de los animales? Es fácil. He aquí tres sencillos pasos.

Primero, hazte vegano.

Si consideras que los animales son miembros de la comunidad moral —si rechazas la noción de que los animales son cosas— no tienes otra opción que la de dejar de comer, vestirte y usar animales o productos animales.

No puedes rechazar la esclavitud animal en tanto que estás participando directamente en la esclavitud animal mediante el uso de animales no humanos como recursos para los humanos.

Ser vegano es la cosa más importante que puedes hacer para ayudar a los animales y expresar tu apoyo en favor de la justicia para los animales no humanos. Ser vegano es aplicar el principio de la abolición en tu propia vida. Ser vegano es decir "no" a la explotación animal

No se trata de una cuestión de compasión; se trata de una cuestión de justicia fundamental. La compasión podría motivarnos emocionalmente pero el veganismo es lo básico que le debemos a los animales como cuestión de obligación moral.

A pesar de que los grupos bienestaristas proclamen sin cesar sobre lo difícil que es ser vegano, ellos están en un error. Ser vegano es fácil; es mejor para tu salud y para el planeta. Y, lo más importante, es lo moralmente correcto.

Segundo, haz educación vegana creativa y noviolenta

Intenta hablar al menos con una persona cada día sobre veganismo. Comprobarás que es más fácil de lo que pensabas y que la gente es receptiva.

No caigamos en la trampa bienestarista de promover el vegetarianismo. No hay diferencia moral entre la carne y los otros productos animales. Los animales usados para lácteos son mantenidos con vida durante más tiempo, tratados igual de mal o peor que los animales usados para carne, y todos ellos terminan igualmente en el mismo matadero. No hay que promover los huevos "felices" o la carne "feliz" o la leche "feliz". Todo esto implica la explotación de los animales.

No permitas que nadie te diga que la gente es demasiado tonta o despreocupada para comprender el veganismo. Esto es propaganda elitista que conviene a los grupos bienestaristas para vender indulgencias que sólo sirven para conseguir que la gente se sienta más cómoda explotando animales.

Podemos reconocer que la gente "necesita un periodo de adaptación" pero no debemos reconocer que nada menos que veganismo es aceptable. Quienes no están preparados para hacerse veganos ahora mismo pueden elegir la forma en que desean hacer la transición pero nuestro mensaje debe dejar muy claro que el veganismo es un requisito moral básico.

Tercero, adopta a un animal sin hogar.

Hay millones de animales que necesitan un hogar. Tenemos la obligación de cuidar de estos animales. Así que ofrezcamos nuestro hogar a quienes podamos: perros, gatos, peces, tortugas, vacas, cerdos, pollos o cualquier otro animal que podamos alojar.

La adopción es la mejor manera de manifestar nuestro amor a la vez que hacemos lo correcto por los animales.

Esto es todo. Activismo por los derechos de los animales en tres sencillos pasos. No necesitamos ni queremos organizaciones corporativas, mujeres exhibidas desnudas en jaulas o traicionar nuestros principios morales.



28 de septiembre de 2010

La posición de Peter Singer respecto de los peces es sospechosa*




En un artículo reciente, Peter Singer dice:
«Necesitamos aprender a capturar y matar a los peces de manera humanitaria o, si no fuera posible, encontrar alternativas menos crueles y más sustentables que comerlos.»
¿Una alternativa? ¿Qué tal verduras, frutos, semillas, legumbres y cereales?

Como argumenté aquí y en otras partes, Singer asume que el uso de peces, u otros animales, para comida no es algo en sí mismo moralmente objetable —si los animales son tratados “humanitariamente”—, porque, de acuerdo a Singer, los peces no tienen sentido del futuro y, por lo tanto, ellos no tienen interés en continuar viviendo sino sólo interés en no sufrir.

La posición de Singer de que sólo aquellos seres con un sentido de la conciencia parecido a la humana tienen interés en vivir —como diferente de no sufrir— es especista. Un pez valora su vida tanto como yo valoro la mía y ustedes las suyas. El pez puede pensar acerca de su vida de manera diferente a como yo lo hago. ¿Y con eso qué? Él prefiere o quiere o desea seguir viviendo. Tal como yo lo hago. Tal como ustedes lo hacen. Tal como cualquier ser sintiente lo hace.

Más aún, Singer una vez más opta por ignorar que, debido a que los animales son propiedad, las normas de bienestar, salvo raras excepciones, no se elevarán por encima del nivel necesario para asegurar que los animales sean explotados eficientemente. Raramente mejoramos los estándares de bienestar a menos que haya un beneficio económico al hacerlo. La realidad económica mantiene los estándares de bienestar muy bajos. 


En el artículo, Singer también declara:

«Las regulaciones para la matanza generalmente requieren poner inconscientes instantáneamente a los animales antes de matarlos, o que la muerte resulte instantáneamente o, en el caso del ritual de matanza, tan cerca de lo instantáneamente como la doctrina religiosa lo permita.»
No para los peces. No hay requerimiento de matanza humanitaria para los peces salvajes capturados y matados en el mar ni, en la mayoría de los lugares, para los peces de piscifactorías.

Es más que espantoso para mí que Singer sugiera que las regulaciones que supuestamente requieren una matanza “humanitaria” son algo más que meros intentos de hacer que los humanos se sientan más cómodos respecto de los horrores de los mataderos. Si Singer alguna vez ha estado en un matadero –tanto uno convencional como uno diseñado por la ganadora del premio PeTA, Temple Grandin–, y piensa que las palabras “humanitaria” y “matanza” van bien juntas, no estuvo prestando atención a lo que sucede en el piso de matanza. Una y otra vez hemos visto que el aturdimiento y la extracción de sangre no son con frecuencia siquiera practicados apropiadamente y aún cuando así se hace, llamar a tal tortura “humanitaria”, de algún modo y en cualquier caso es profundamente perturbador.

Finalmente, dado que Singer y otros bienestaristas ven al veganismo sólo como un modo de reducir el sufrimiento y no como un requerimiento de justicia que nos prohibe usar animales como recursos humanos, aunque sea de manera “humanitaria”, ellos no pueden proponer el veganismo como otra cosa que una regla “flexitariana” y apoyar la explotación “feliz”, la cual elogian como “compasiva.” Singer sostiene que el veganismo coherente es “fanático” y que podemos moralmente afrontar el “lujo” de comer productos animales “humanitarios”.

Si no son veganos, háganse veganos. Es muy fácil, mejor para su salud y para el planeta. Y, lo más importante, es lo moralmente correcto y justo para hacer.

Si son veganos, entonces eduquen a otros de manera creativa y no violenta.

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*"Singer’s Position on Fish is Fishy", en el original. El título en inglés hace un juego de palabras entre "fish" (pez) y "fishy" (sospechoso).


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