Mary Bale tiró un gato en un contenedor de basura, donde el desafortunado animal estuvo atrapado durante aproximadamente 15 horas antes de ser liberado. Su insensible acto fue capturado en video y fue difundido en YouTube. Una noticia describió la reacción del público de esta manera:
«El caso “gato basurero mujer” de Conventry fue vilipendiado en todo el mundo, recibiendo llamadas telefónicas abusivas y amenazas de muerte desde tan lejos como Australia, después de lo que ella describió como un “una fracción de segundo de equivocación” –fracción de segundo que fue captada en CCTV y subido a YouTube.
Miles de personas firmaron páginas de Facebook afirmando “Mary Bale es peor que Hitler” y haciendo un llamamiento por la “pena de muerte para Mary Bale”, así como también ella atrajo los titulares de los diarios”»
Bale fue acusada por la RSPCA de causar sufrimiento innecesario a un animal y fue multada con 250 libras, pero se le obligó también a pagar un recargo y costos, un total de 1,436.04 libras.
Piensen acerca de esto.
La RSPCA, que activamente solicita e impulsa al público a infligir sufrimiento innecesario y muerte a los animales a través de su programa “Freedom Food” [1, 2], enjuició a Bale por causar sufrimiento innecesario al gato.
El público, la mayoría consumidores de productos animales, y que por consiguiente sostiene y participa de conductas que no son de ningún modo moralmente distinguibles de lo que Mary Bale hizo, condenó a Mary Bale.
Esta situación es muy similar a la que involucró al jugador de fútbol norteamericano Michael Vick. Vick fue encontrado culpable de peleas de perros. Cumplió una condena en prisión por su horrible crimen y es aún vilipendiado por mucha gente. Parece que a Vick le gustaba sentarse alrededor del reñidero a mirar a los perros desgarrándose entre sí; la mayoría de las personas que vilipendiaran a Vick disfrutan sentándose alrededor de una parrilla donde se asan los cuerpos de los animales que son torturados tan miserablemente como los perros de Vick. Y ambos, los perros de Vick y los animales que los humanos comen sufren y mueren por una sola y misma razón: el placer humano.
Tanto como el caso de Bale como el de Vick son ejemplos impresionantes de esquizofrenia moral.
Como un amigo mío dijo, “Si no experimentamos ningún horror y conmoción cuando pasamos por un McDonald’s, ¿cuál es el problema con Mary Bale tirando su propiedad en un contenedor de basura?”
Y así como nadie propondría que las peleas de perros 'humanitarias' serían aceptables, es absurdo sugerir que la explotación 'feliz' de los animales usados para comida es moralmente aceptable.
Hay una cura sencilla para la esquizofrenia moral: hacerse veganos. Es fácil, mejor para su salud y para el planeta y, lo más importante, es lo moral y justo para hacer. Es lo que le debemos a los otros animales.
Si son veganos, entonces eduquen a otros acerca del veganismo de manera creativa y no violenta.