Cuando promuevo la posición de que el veganismo es un imperativo moral —que el veganismo es algo a lo que estamos moralmente obligados— y que la justicia requiere que seamos veganos, algunos bienestaristas responden: "Pero compras productos veganos en tiendas que venden productos animales y, por tanto, estás siendo injusto, por lo que no puedes asumir la posición de que la justifica requiere veganismo."
Su idea es que comprando comida vegana en un supermercado, y dando así dinero a un explotador de animales, no es diferente de quienes consumen "compasivamente" y eligen huevos libres de jaulas o cerdos libres de jaulas, o que practican el "lunes sin carne" o "vegano hasta las 6". Los bienestaristas alegan que no tiene sentido decir que el veganismo es una cuestión de justicia o un imperativo moral porque estoy siendo injusto y no reconociendo el veganismo como una obligación.
Pero ese argumento no funciona. No tiene un un principio limitador y conduce a una conclusión absurda.
Todo dinero es sucio. Incluso si compro mi comida vegana en una tienda vegana y no en un supermercado general, si la tienda emplea gente no vegana, o la tienda vegana tiene proveedores que proporcionan productos animales a otras tiendas, o si la comida vegana que se vende en la tienda vegana es cultivada o producida por granjeros o productores no veganos, o por granjeros o productores veganos que emplean trabajadores no veganos, yo estaría, siguiendo el razonamiento de los bienestaristas, apoyando la explotación animal.
De este modo, los bienestaristas están obligados a asumir la posición de que hasta que no tengamos un mundo vegano, no tenemos la obligación de ser veganos porque hasta que no tengamos un mundo vegano no importa lo que hagamos, ya que siempre estaremos dando dinero a los explotadores de animales.
Pero todo eso es claramente absurdo.
La posición bienestarista no es diferente de decir que no podemos promover la idea de que el racismo o el sexismo son injustos si frecuentamos un negocio que es propiedad de gente que es sexista o racista. Teniendo en cuenta que muchos negocios son propiedad de las corporaciones, y las corporaciones son poseídas por los accionistas, y dado el nivel de sexismo y racismo, que abarca al 99.99% del tiempo, cada vez que vamos a una tienda estamos financiando un negocio que es detentado por sexistas o racistas. E incluso si el negocio no fuera propiedad de racistas o sexistas, habrías racistas o sexistas que tienen conexión con el negocio y se lucran con ello. Por tanto, no podríamos decir que el sexismo o el racismo son injustos porque siempre estaríamos dando dinero al bolsillo de racistas o sexistas en cualquier momento o lugar.
Sin embargo, nadie diría que no debemos hablar sobre igualdad como imperativo moral porque no hemos alcanzado la igualdad. La mayoría de la gente vería esto como algo absurdo. Pero hay animalistas que promueven esta posición absurda cuando se trata de los animales. Lo cual es bastante especista.
Los bienestaristas alegan también que no podemos ser "100% veganos" porque hay productos animales en los plásticos, las carreteras, los automóviles, y otra serie de cosas con las que no podemos evitar estar en contacto. Por tanto, no podemos insistir en el veganismo como imperativo moral y un principio de justicia porque no hay diferencia entre la persona que usa un teléfono celular que ha sido fabricado con plástico que contiene algún subproducto animal, y la persona que come un poco de queso, o huevos camperos, o que se pone caldo de pollo en la sopa,...
De nuevo, esa posición es absurda.
En primer lugar, ser vegano significa que no comes, llevas o usas productos de origen animal siempre que sea posible. Podemos decidir lo que comemos, lo que llevamos o los productos que usamos. La justicia requiere que no elijamos consumir cosas que que contienen partes del cuerpo de personas explotadas —humanas o no humanas— cuando tenemos la opción de hacerlo. No tenemos elección cuando se trata de las carreteras o los plásticos que son usados en prácticamente todo lo que se fabrica.
Segundo, la razón por la que hay sustancias de origen animal en tantos productos es porque matamos billones de animales anualmente en todo el planeta. Los subproductos de los mataderos son baratos y fáciles de conseguir. Esto continuará mientras sigamos consumiendo productos de origen animal: carne, lácteos, huevos, pieles,...
Su idea es que comprando comida vegana en un supermercado, y dando así dinero a un explotador de animales, no es diferente de quienes consumen "compasivamente" y eligen huevos libres de jaulas o cerdos libres de jaulas, o que practican el "lunes sin carne" o "vegano hasta las 6". Los bienestaristas alegan que no tiene sentido decir que el veganismo es una cuestión de justicia o un imperativo moral porque estoy siendo injusto y no reconociendo el veganismo como una obligación.
Pero ese argumento no funciona. No tiene un un principio limitador y conduce a una conclusión absurda.
Todo dinero es sucio. Incluso si compro mi comida vegana en una tienda vegana y no en un supermercado general, si la tienda emplea gente no vegana, o la tienda vegana tiene proveedores que proporcionan productos animales a otras tiendas, o si la comida vegana que se vende en la tienda vegana es cultivada o producida por granjeros o productores no veganos, o por granjeros o productores veganos que emplean trabajadores no veganos, yo estaría, siguiendo el razonamiento de los bienestaristas, apoyando la explotación animal.
De este modo, los bienestaristas están obligados a asumir la posición de que hasta que no tengamos un mundo vegano, no tenemos la obligación de ser veganos porque hasta que no tengamos un mundo vegano no importa lo que hagamos, ya que siempre estaremos dando dinero a los explotadores de animales.
Pero todo eso es claramente absurdo.
La posición bienestarista no es diferente de decir que no podemos promover la idea de que el racismo o el sexismo son injustos si frecuentamos un negocio que es propiedad de gente que es sexista o racista. Teniendo en cuenta que muchos negocios son propiedad de las corporaciones, y las corporaciones son poseídas por los accionistas, y dado el nivel de sexismo y racismo, que abarca al 99.99% del tiempo, cada vez que vamos a una tienda estamos financiando un negocio que es detentado por sexistas o racistas. E incluso si el negocio no fuera propiedad de racistas o sexistas, habrías racistas o sexistas que tienen conexión con el negocio y se lucran con ello. Por tanto, no podríamos decir que el sexismo o el racismo son injustos porque siempre estaríamos dando dinero al bolsillo de racistas o sexistas en cualquier momento o lugar.
Sin embargo, nadie diría que no debemos hablar sobre igualdad como imperativo moral porque no hemos alcanzado la igualdad. La mayoría de la gente vería esto como algo absurdo. Pero hay animalistas que promueven esta posición absurda cuando se trata de los animales. Lo cual es bastante especista.
Los bienestaristas alegan también que no podemos ser "100% veganos" porque hay productos animales en los plásticos, las carreteras, los automóviles, y otra serie de cosas con las que no podemos evitar estar en contacto. Por tanto, no podemos insistir en el veganismo como imperativo moral y un principio de justicia porque no hay diferencia entre la persona que usa un teléfono celular que ha sido fabricado con plástico que contiene algún subproducto animal, y la persona que come un poco de queso, o huevos camperos, o que se pone caldo de pollo en la sopa,...
De nuevo, esa posición es absurda.
En primer lugar, ser vegano significa que no comes, llevas o usas productos de origen animal siempre que sea posible. Podemos decidir lo que comemos, lo que llevamos o los productos que usamos. La justicia requiere que no elijamos consumir cosas que que contienen partes del cuerpo de personas explotadas —humanas o no humanas— cuando tenemos la opción de hacerlo. No tenemos elección cuando se trata de las carreteras o los plásticos que son usados en prácticamente todo lo que se fabrica.
Segundo, la razón por la que hay sustancias de origen animal en tantos productos es porque matamos billones de animales anualmente en todo el planeta. Los subproductos de los mataderos son baratos y fáciles de conseguir. Esto continuará mientras sigamos consumiendo productos de origen animal: carne, lácteos, huevos, pieles,...
Tercero, nunca aceptaríamos ese tipo de argumento en contexto humano. Pensemos en lo siguiente: en una sociedad racista y sexista, los que son privilegiados por esos prejuicios obtienen mejores recursos que la gente que es discriminada por ellos. Si aplicamos el argumento bienestarista deberíamos concluir que la gente privilegiada no puede decir que el racismo o el sexismo son injustos debido a se benefician del racismo o el sexismo —así como los veganos se benefician de la existencia de las carreteras. Deberíamos concluir que los varones no pueden decir que el machismo es injusto porque los varones se han beneficiado del machismo sólo por ser varones —así como los veganos se benefician indirectamente de la explotación animal sólo por ser humanos.
Pero nadie defendería esa postura en el contexto humano.
La cosa puede ir todavía a peor. Los bienestaristas declaran que, debido a que no podemos evitar los subproductos animales que nos rodean por todas partes, no podemos afirmar que sea injusto consumir productos de origen animal que podemos elegir no consumir. La posición bienestarista es equivalente a afirmar que como los blancos se han beneficiado del racismo entonces no hay diferencia entre un blanco que rechaza el racismo y un blanco que mantiene una conducta ligeramente racista. La posición bienestarista es equivalente a afirmar que como los varones se han beneficiado del machismo entonces no hay diferencia entre los varones que se oponen al machismo y aquellos que continúan abusando de las mujeres.
Insisto en que nadie defiende esa postura en el contexto humano.
Debemos rechazar la posición bienestarista por el flagrante especismo que claramente conlleva.
Si no son veganos, por favor, háganse veganos. Es un imperativo moral. Es una cuestión de justicia.