Imaginad cómo de diferentes serían las cosas si hubiera un "movimiento animalista" que:
[1] se centrara en el uso y no en el trato;
[2] promoviera el veganismo como un imperativo moral;
[3] no promoviera —ni recaudara fondos con— reformas de "bienestar animal", "explotación feliz", reducetarianismo, campañas monotemáticas, etc.
Las industrias que promovieran la explotación animal responderían tratando de mantener al público centrado en el trato y tratando de convencerle de que la explotación animal es realmente "humanitaria". La industria promovería los mismos tipos de "reformas" que los grupos animalistas de hoy en día promueven: "jaulas más grandes", sacrificio "humanitario", etc.
Las personas que se preocuparan por los animales pero que no se sintieran preparadas o dispuestas a volverse veganas reducirían su consumo de productos de origen animal y consumirían productos de animales supuestamente "más felices".
En otras palabras, si tuviéramos un movimiento que buscara justicia para los animales, y que promoviera el veganismo como un imperativo moral, la industria haría exactamente lo que está haciendo ahora y las personas que se preocuparan pero no estuvieran dispuestas a hacerse veganas harían exactamente lo que están haciendo ahora.
La diferencia sería que, por fin, tendríamos un movimiento social que ya no se asociaría con la industria de explotación animal y que ya no tomaría una postura que es inherentemente especista.
El mensaje moral sería claro: los derechos de los animales significan que todos los seres sintientes son iguales en lo que respecta a no ser tratados exclusivamente como recursos, y que no podemos justificar la directa participación en la explotación animal independientemente de cuan, supuestamente, "humanitaria" fuera.
La diferencia sería que tendríamos un movimiento que promovería la idea de los animales como personas no humanas —seres que importan moralmente por derecho propio— y no sólo "cosas" con las cuales tenemos, en el mejor de los casos, que ser "misericordiosos" o "compasivos" para explotar de una manera más "amable".
Ya no tendríamos un movimiento que es, en esencia, un negocio que vende esclavitud "feliz".
Tendríamos un movimiento real que rechazaría toda la esclavitud.
Tendríamos un movimiento que dejaría claro que si los animales tienen valor moral —y mucha gente ya comparte esa intuición moral— entonces la única respuesta racional es volverse vegano —dejar de comer, vestir y usar animales.
Tendríamos un movimiento finalmente centrado en la cuestión moral fundamental —el uso animal— y que habría parado de recaudar fondos y de promover la idea de que "un mejor trato" o "cambiar el foie gras o la ternera por otro producto de origen animal" es lo que importa.
Piénsalo. Y si te atrae la idea, entonces únete al esfuerzo del movimiento de base mundial para cambiar el paradigma de animales como propiedad a animales como personas.