12 de marzo de 2010

Socios en la explotación



Hacer que la sociedad se sienta más confortable acerca de la explotación animal y estimular el consumo es, por regla general, un objetivo explícito de las campañas y organizaciones de bienestar animal.

Por ejemplo, muchos de los grandes grupos de defensa animal en los EE.UU. y Gran Bretaña promueven esquemas de rotulado para dar un sello de aprobación a las carnes u otros productos animales. Por ejemplo, la Humane Farm Animal Care [HFAC], con sus socios HSUS, la American Society for the Prevention of Cruelty to Animals, Animal People, the World Society for the Protection of Animals, y otras, promueven la etiqueta de “Certificación de cría y manejo humanitario”, la cual se describe como “un programa de rotulado y de certificación al consumidor” para dar a los consumidores la seguridad de que, si llevan esa etiqueta, “los huevos, lácteos, carne o productos avícolas han sido producidos teniendo en cuenta el bienestar del animal de granja.”

La HFAC enfatiza que “en ‘los animales de consumo, el estrés puede afectar la calidad de la carne y la salud general [del animal]’” y que la etiqueta “crea una situación en la que todos salen ganando: vendedores y restaurantes, productores y consumidores. Para los granjeros, la ganancia significa que pueden alcanzar diferenciación, incrementar su participación en el mercado y obtener más lucro por elegir prácticas más sustentables”. Los vendedores minoristas también ganan porque, “la comida natural y orgánica está entre los rubros que han crecido con más velocidad en los últimos años. Ahora los almaceneros, vendedores minoristas, restaurantes, operadores de servicios y productores pueden beneficiarse de las oportunidades para ventas y ganancias con la etiqueta Certified Humane Raised & Handled.”

La Humane Society International, un brazo de la HSUS, lanzó “la etiqueta Humane Choice” en Australia que afirma que “garantizará al consumidor que el animal ha sido tratado con respeto y cuidado, desde el nacimiento hasta la muerte.” Un producto portando la etiqueta “Humane Choice” asegura al consumidor lo siguiente:

«El animal tuvo la mejor vida y muerte que puede ofrecerse a cualquier animal de granja. Básicamente, ellos viven como si vivieran en una antigua granja McDonald, pudiendo satisfacer sus necesidades de comportamiento y pastoreo y pudiéndose mover, sin corriente ni jaulas, con libre acceso a las áreas exteriores, a la sombra cuando hace calor y cobijados cuando hace frío, con una buena dieta y con una muerte humanitaria.»

Whole Foods Market, Inc., una cadena de supermercados localizada en los EE.UU., Canadá y Gran Bretaña, a la que PeTA le dio un premio como el "Best Animal-Friendly Retailer" [El comercio más amigable con los animales], afirma estar trabajando “con nuestros proveedores de carne de vaca y de aves más informados y vehementes, así como con los especialistas en tratamiento animal humanitario con visión de futuro”, no sólo para “mejorar la calidad y seguridad de la carne que vendemos, sino también para apoyar condiciones de vida humanitarias para los animales.”

Whole Foods también afirma que “se están desarrollando estándares específicos para cada especie, que requieren condiciones y ambientes que atiendan las necesidades físicas, emocionales y de comportamiento del animal. Los productores que consiguieron cumplir con éxito esos estándares voluntarios, podrán rotular sus productos con la designación especial “Animal Compassionate’” PeTA, Peter Singer y otras organizaciones bienestaristas apoyaron con entusiasmo estos estándares.


La RSPCA en Gran Bretaña tiene la etiqueta “Freedom Food”, que es un esquema para certificación de granjas y etiquetado de alimentos establecido por la RSPCA, una las mayores organizaciones bienestaristas del mundo. El esquema es una verdadera institución de caridad, establecida en 1994 para mejorar el bienestar de los animales de granja y para ofrecer a los consumidores una elección de bienestar animal de grado superior. La RSPCA provee “certificación para los granjeros, transportadores, matarifes, procesadores y empaquetadores y el esquema aprueba granjas de campo libre bien administradas, así como también granjas orgánicas e internas.”


La etiqueta Freedom Food “da a los consumidores la garantía de que el esquema es respaldado por la RSPCA, una de las más respetadas sociedades de beneficencia animal del mundo.”La RSPCA aconseja que los consumidores pueden mostrar su apoyo para mejorar el bienestar de los animales de granja y los más altos estándares de bienestar animal, “eligiendo productos con el logotipo Freedom Food.” Los productores pueden agregar valor a sus productos animales porque la etiqueta Freedom Food “diferencia tus productos y puede darte ventaja competitiva. Exhibir el logotipo Freedom Food capacita a los consumidores para identificar tus productos como de alto grado de bienestar animal.”


Los productores también se benefician porque aumentan los márgenes de ganancia, por el desarrollo de un “nicho” para los productos “de bienestar superior” que permiten que ellos “amplíen el objetivo del mercado”, y la “asociación con la RSPCA, una de las más famosas instituciones de caridad de bienestar animal del mundo”.


Además de eso, los productores pueden “ganar credibilidad dentro de la red de abastecimiento” y obtener otros beneficios económicos que incluyen un seguro más barato para las granjas, provisto por medio de la RSPCA. Y la RSPCA realmente ayudará a los productores a comercializar sus carnes y otros productos animales: “Usamos una variedad de herramientas de marketing, incluidos comerciales publicitarios, relaciones públicas, sitio web, exposiciones, muestras y promociones en los negocios. También trabajamos muy de cerca con los minoristas nacionales para desarrollar actividades promocionales conjuntas, realizar campañas conjuntas con la RSPCA y ofrecer apoyo de marketing a nuestros miembros”.


Desde mi punto de vista es claro que estas grandes corporaciones animales se han convertido en socias de la industria para promover el consumo de productos animales.


Este tópico sera discutido y debatido en el próximo libro, «The Animal Rights Debate: Abolition or Regulation?», que escribí en co-autoría con el Profesor Robert Garner, y que Columbia University Press publicará en breve.


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